Apuros para encauzar ‘chokepoints’ petroleros y licencia 44A expirante
Injustificadamente, quizá por infravaloración de las condiciones de la licencia 44A, o inepcia sistemática de Pdvsa, así como elusión del acuerdo de Barbados, la situación por retraso de carga de buques –congestionamiento de estos frente a nuestras costas- a fin de llevar crudo para Asia, alcanzó su culmen por desestimación de dicho acuerdo, en función de unos comicios libres y transparentes; situación que ocurre justo cuando, aunque tal vez precariamente, la producción petrolera alcanzó durante el primer bimestre 2024, según Petroguía, a unos 877 mil bpd, equivalente a un 9,3 por ciento de aumento. Ahora, en vista de la situación manifiesta por el reinicio de sanciones, los supertanqueros, a cargar unos ocho millones bp entre todos, presionan a fin de recibir sus cargamentos para mucho antes del 31/5.
Por su esencia, debido a la crisis política venezolana, harto conocida el caso presenta sus complejidades, tal decisión sobre la licencia referida (44A) no representa una acción taxativa o inapelable en virtud de que las empresas internacionales podrían optar muy particularmente, por la solicitud de una licencia especial -prórroga- a fin de poder operar en nuestro país; a gestionarse con posterioridad a la finalización del período de eliminación gradual, para lo cual existiría una evaluación de cada caso directo, según nota oficial de la agencia de asuntos exteriores o Departamento de Estado (DOS, siglas en inglés) de EEUU, Despacho que maneja la política exterior y provee de servicios a estadounidenses que viven en o viajan hacia otras naciones, a empresas internacionales tal y como Pdvsa/Chevron (licencia 41) y a países en vías de desarrollo (caso Venezuela).
