El peso de la OTAN

El peso de la OTAN (o NATO, North Atlantic Treaty Organization, Organización del Tratado del Atlantico Norte) tiene un nombre claro: Estados Unidos. Es la potencia militar, política y económica líder, sin Estados Unidos la OTAN/NATO no existiría. Con algunas diferencias importantes.

La mayor potencia militar del mundo y de la historia es Estados Unidos, presente en casi todo el mundo, pero con un solo mando en Washington. La Otan tiene también un mando centralizado en Bruselas por acuerdo de los 21 miembros, pero son también 21 ejércitos, 21 comandos nacionales, 21 diferentes realidades de fabricación, exportación, importación, necesidades. Suecia fabrica cazas diferentes a los franceses y a los británicos, una cosa es un tanque alemán Leopard y otra un Leclerq francés.

3 primeras potencias, 3

Y esas 21 realidades están en medio de los intereses, necesidades y realidades de las tres mayores potencias militares del mundo, Estados Unidos, China y Rusia, que, si bien se necesitan económicamente, mantienen la atención cada uno en los ombligos de los otros dos. Y los tres son potencias nucleares por sí mismas, cada una. Posiblemente Estados Unidos tiene la mayor fuerza aérea del mundo, con alcance a cada lugar, un portaaviones por cada región marítima del mundo, el Mar Caribe incluido y submarinos nucleares en todos los mares. China tiene la mayor marina de guerra del mundo, pero sólo un portaaviones. Pero la fuerza naval china no se detiene, sigue creciendo, la estadounidense es una realidad en plena y mundial navegación.

En el medio esta Rusia, que no es la segunda sino la tercera potencia y con una marina muy inferior, con su principal nave de superficie, su nave insignia, hundida por los ucranianos que no tienen marina de guerra, y un solo portaaviones que carga aviones al mismo tiempo que fallas y problemas. El único portaaviones chino es de reciente data y funciona a perfección, el único por ahora, otros están siendo construidos con paciencia y eficacia chinas.

Rusia, si bien es una potencia nuclear, también esta atascada en Ucrania, una guerra que aunque estén ganando, les está costando a los rusos miles de hombres y equipos y millones de dólares todos los días. Ucrania tuvo, cuando era parte de la Rusia soviética, una parte fundamental de la industria militar soviética, especialmente fábricas de tanques y las grandes plantas de diseño y fabricación de aviones de combate. Cuando Ucrania se desgajó de la Unión Soviética no se quedó con esas fábricas, que regresaron a territorio ruso pero ya no eran lo mismo. Pero los ucranianos conocen esos aviones y esos tanques muy bien.

Hoy Rusia fabrica excelentes aviones de combate, como el nuevo y extraordinario Sukhoi 57, pero falta mucho tiempo, dinero y esfuerzo para ser rival de Estados Unidos. Rusia no tiene un caza de última generación como el F-35, que ya Estados Unidos ha colocado en muchos países del mundo, y mucho menos como el F-22 que Estados Unidos no ha entregado ni siquiera a Israel, ni uno solo de los F-22, considerado el mejor caza del mundo, ha sido vendido a ningún país amigo o no. De hecho, Argentina estaría renovando su flota aérea con F 16 suecos, usados.

Rusia se está quedando atrás

Vladimir Putin tiene la popularidad y el control de Rusia, pero no el dinero suficiente para llevar a su país al peso que una vez tuvo la Unión Soviética. Dispone de miles de tanques de guerra, pero son máquinas viejas, bien conservadas pero viejas, los nuevos T se están acabando bajo el fuego de los ucranianos que los conocen bien, participaron en su construcción. Cada día son menos los tanques rusos de nueva tecnología, todos con el mismo problema de depósitos de municiones en la torreta de manera que cuando la artillería, los drones o alguno de los escasos cazas ucranianos dispara contra la torreta, vuela la torreta y se acaban el tanque y su tripulación. Ninguno de los tanques rusos es tan avanzado como los nuevos Leopard alemanes, ni los nuevos Challenger ingleses ni los nuevos Leclerq franceses ni mucho menos el nuevo y enorme Abrahms estadounidense –cuyo único defecto, si buscamos uno, es que consume demasiada gasolina.

Son muchos los tanques rusos, pero ya la mayoría son bien cuidados pero viejos veteranos con hasta medio siglo de edad. La Fuerza Aérea rusa es excelente, pero la estadounidense ya es superior. Y en el mar Rusia no cuenta.

Sólo Estados Unidos, el gran defensor mundial, puede enfrentarse a China, la gran fábrica del mundo

Mientras Rusia sigue atascada en Ucrania, una guerra que gana perdiendo –o que pierde ganando, si usted prefiere-  China se sigue fortaleciendo en todos los aspectos pero con un interés primordial en la economía. Es decir, el comercio. Taiwan es un punto de honor pero, al menos de momento, asunto de alardes y diplomacia dura china, no de guerra. Taiwan se prepara, se mantiene lista para una guerra con sus hermanos del continente, y Pekín proclama que irán a rescatar la isla, pero los productos chinos van entrando cada día un poco más en el enorme sistema comercial estadounidense, en el europeo y en el del mundo dinero en efectivo en mano, al mismo tiempo que hay astronautas y satélites chinos en el espacio, ya comienzan a meterse en la fabricación y venta de aviones comerciales medianos y pequeños en competencia con Boeing, Airbus y Embraer, y han puesto en vuelo un magnifico caza.

Los colosos del mundo son Estados Unidos y China, la Unión Europea difícilmente puede sobrevivir sin ellos y es usada como colchón entre Moscú y el Atlántico. Pero esta Rusia de Putin no es la segunda sino la tercera potencia y lejos, y prefiere cultivar la amistad de China y otros países menores antes que esgrimir el miedo. El Kremlin se inmiscuye en las decisiones de Cuba y de Venezuela, pero a distancia, no irá a la guerra por los castristas ni los chavistas.

India tiene tecnología y más gente, pero no quiere problemas, bastante tiene con los suyos, en todo caso opta por resolver con leves gruñidos algún roce con los chinos en las alturas tibetanas e himalayas y sus odios tradicionales con Pakistán, Por los momentos tratan  de resolver con participación en la tecnología, de disponer de una fuerza militar para autodefensa y la india Tata compró Rolls Royce.

La OTAN seguirá dependiendo de los estadounidenses

Lo más probable –nunca se sabe- es que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, y Trump, que tiene mente acostumbrada a los negocios, no es amante de la OTAN, siempre ha dicho que la OTAN depende de Estados Unidos pero Estados Unidos no necesita a la OTAN, Dicen que una de sus frustraciones es no haber podido sacar a su país de la NATO durante su anterior período presidencial, y son muchos los que creen que Washington se saldrá de la organización si Trump vuelve a recibir las llaves de la Casa Blanca, con su criterio de que Estados Unidos es el que de verdad pone los reales para que los europeos vivan tranquilos y no teman a la Rusia expansiva de Putin –expansiva pero no derrochadora. De hecho ya una vez lo dijo, “Rusia es un problema de ustedes, resuélvanlo ustedes”.

La OTAN sólo espera que, nuevamente, el Congreso de Estados Unidos no lo permita, Y muy posiblemente el Congreso de Estados Unidos seguirá manteniendo los acuerdos con la NATO. La venganza de Trump podría ser que, como jefe supremo constitucional de la fuerza militar de Estados Unidos, aunque Rusia o cualquiera entre en guerra con un país OTAN, el Congreso puede considerarse en guerra con ese agresor en cumplimiento con el acuerdo, pero no puede obligar al Presidente de Estados Unidos a enviar un número determinado de tropas a ese eventual conflicto.

Si gana Joe Biden Washington será más amable, pero no necesariamente más cercano.