El impacto social de la crisis política
La Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios (OCHA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), informó esta semana que 791.000 personas recibieron algún tipo de ayuda humanitaria gestionada por organizaciones locales e internacionales en Venezuela entre enero y febrero de este año, lo que representa un aumento significativo en comparación con el mismo periodo el año anterior, cuando se alcanzaron 365.000 personas.
Los clústeres que atendieron a la mayor cantidad de personas fueron: Seguridad Alimentaria y Medios de Vida (504.000 personas), Salud (277.000 personas), y Agua, Saneamiento e Higiene (80.000 personas).
La cifra de por sí es dramática, pero lo peor es que la OCHA prevé un incremento en la necesidad de ese apoyo humanitario para este 2024. Según la organización, la cantidad de beneficiarios hasta febrero representan solo el 15,51 % de la meta establecida para el año, cuando la ONU prevé que 5,1 millones de personas en extrema pobreza sean atendidas en el país.
Aunque la organización no puede revelar las razones de su proyección, es evidente que tiene que ver con que se prevé el endurecimiento de las sanciones económicas, debido al incumplimiento de los acuerdos políticos por parte del Gobierno y la alta probabilidad de que el actual régimen se mantenga en el poder “por las malas”. No es poca cosa lo que se juegan los venezolanos.