Elecciones libres en Venezuela (¿?)
Sin un entremetimiento tangible, libre de exabrupto, eufemismo, con toda llaneza y tal vez por las maquinaciones de origen palaciano, a cargo del líder en jefe, Nicolás Maduro, secuaces y otros, tan notorias extendidamente; ilegales y arbitrarias, durante todo el proceso de inscripción de los aspirantes a la presidencia de la República, ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), habilitados no, tal y como fuese el caso de María Corina Machado al intentar hacerse representar pertinentemente, por una sustituta, la doctora Corina Yoris, EEUU augura muy pocas esperanzas de elecciones libres en Venezuela sin la participación de los candidatos que escoja la oposición que puedan concurrir a las urnas, así como si tampoco hay observadores internacionales y fundamentalmente, de los medios de comunicación, según insiste el secretario de Asuntos del Hemisferio Occidental de EEUU, señor Brian Nichols. Pretensiones injerencistas ¡NO HAY!, a menos que el régimen así pretenda hacerlo materializar mediante sus laboratorios de guerra sucia, ya conocidos.
Se trata pues, de un hecho que, por lo insólito, mantiene centrada la atención mundial en el caso tan atípico venezolano, a manos de una tiranía fundada en esa herejía arcaica de socialismo/comunismo en involución y caída por su práctica opresiva que ha nos ha encaminado inexorablemente, al borde de un desbarrancadero en función de una revolución retardatoria, que solo ostenta bienestar y progreso a los adláteres del régimen, ante una sociedad en pobreza extrema y, en efecto, crisis humanitaria que mediante mecanismos capciosos el régimen elude y pretende paliar. Pero, sin detener la espiral inflacionaria, pese a sus anuncios jactanciosos y procaces sobre una mejoría económica exigua.