La información veraz
Vivimos, en estos tiempos difíciles, en un estado de zozobra permanente por la abundancia de informaciones contradictorias provenientes de múltiples fuentes.
Desde que surgió, a finales del siglo pasado, Internet, se creyó que al fin se iba a lograr, no sólo la democratización de la información, sino que se iba a hacer realidad lo que el filósofo francés Pierre Levy denominó la inteligencia colectiva. En efecto, gracias a la red de redes todos nos convertímos al mismo tiempo, de la noche a la mañana, en transmisores y receptores de información. Se nos abrió la posibilidad de pensar colectivamente y por ende de influir en diversas áreas del conocimiento.
Mucho ha ocurrido a lo largo de estos pocos años, y si hoy podemos comunicarnos con quien nos plazca, sin importar su ubicación en cualquier rincón del planeta, si incluso podemos acceder a obtener respuestas a cualquier interrogante que tengamos formulando la pregunta adecuadamente y sometiéndola a esa enciclopedia universal llamada Google, no hemos logrado tener aún fuentes de información periodísticas lo suficientemente veraces para poder confiar que la noticia que nos transmiten no tenga un sesgo interesado a favor o en contra de una situación particular.Esta situación se agrava con la proliferación incontrolada de múltiples canales, presuntamente informativos, en las redes sociales.
Hoy, más que nunca, resulta de extrema importancia, la existencia de medios informativos confiables en los que se pueda obtener una información veraz de los hechos sin que está venga teñida por una parcialización, más o menos interesada. Eso implica una reinvención de los medios de comunicación en los que prevalezcan los valores de la información oportuna y veraz de lo que ocurre en el mundo, en el país, en la región, en la ciudad o en cualquier lugar que sea cubierto por el medio.
¿Estaremos logrando esa nueva manera de ejercer el periodismo? En la mente de todo comunicador social está, desde que sale de las aulas universitarias, el deseo de informar imparcialmente los hechos y acontecimientos de los que pueda ser testigo, cosa que no siempre puede hacer porque los medios de comunicación masivos suelen ser empresas con predeterminados intereses de carácter económicos y, a veces, políticos.
Internet ha abierto puertas nuevas al ejercicio de la profesión de comunicar y han surgido miles de nuevos medios, especializados sobre diversos aspectos de la realidad, tanto a nivel mundial como local, pero lo que aún está en vías de formación es lo que podríamos denominar como el nuevo diarismo digital veraz y confiable, que se ciña a informar y comentar los hechos tal como ocurren y no a interpretarlos.
Desde que Analítica surgió a mediados de los años noventa, somos optimistas por naturaleza y hemos intentado convertirnos, a pesar de las difíciles circunstancias por las que ha atravesado nuestro país en las últimas dos décadas, en un medio serio y responsable, si lo hemos logrado o no, eso depende de lo que ustedes nuestros lectores consideren, pero nosotros en Analítica, seguiremos intentando transmitir la información, las opiniones, y cualquier otro tipo de contenido, de manera oportuna y veraz.