Ser optimistas es necesario para vencer
Ser optimista no es ser panglosiano y creer que siempre vivimos en el mejor mundo posible. Ser optimista no excluye una mirada crítica a las circunstancias que nos rodean.
Ser optimista es la fórmula necesaria para enfrentar la desesperanza, el fatalismo, el pesimismo, que son las armas que desean inocular en la gente aquellos que pretenden aferrarse eternamente al poder, así sea sobre las ruinas del país.
Optimistas fueron los centenares de miles de inmigrantes que impulsaron, el siglo pasado, el crecimiento de Venezuela y, en muchos casos, el enriquecimiento personal y el empoderamiento de nuevas generaciones de venezolanos.
Hoy, en posiblemente las peores circunstancias por las que ha atravesado nuestro país después de las guerras de independencia y federal, somos muchos los que vemos con optimismo el futuro y no estamos dispuestos a rendirnos ante un adversario que pretende que lo hagamos o nos vayamos a probar suerte en otro rincón del mundo.
No les daremos esa satisfacción, porque estamos convencidos de que todos los males son pasajeros y que en Venezuela hay suficiente reservas morales para enfrentar y superar la destrucción sistemática que hoy está a la vista de todos. Hace algunos años nadie daba un centavo por el futuro del Perú, país que padecía de una inflación del 2000% y una banda criminal (sendero luminoso) que sembraba el terror en Los Andes y que logró que muchos ciudadanos de esa nación optaran por emigrar. Por cierto, muchos fueron generosamente acogidos en Venezuela, y hoy en gesto de honrosa reciprocidad, Perú hace lo mismo con nuestros compatriotas.
Venezuela va a resurgir y tendremos, con nuestro eterno optimismo, un mejor país en el que entendamos que de manera responsable y solidaria todos lograremos construir una nación pujante en la que podremos vivir en paz y armonía, y volveremos a ser ejemplo de que en democracia todos tienen oportunidades para mejorar. Soñemos unidos que si se puede, que si luchamos y no nos rendimos en nuestro propósito, podremos restablecer un gobierno responsable que se ocupe, de verdad, del bienestar del pueblo que somos todos.