Ruptura con el “Edén”

Me refiero al modernísimo edén que quisieron construir el finado Hugo Rafael, sus acólitos y bien mandados satélites de esperanzados enchufados y enchufables, para los iniciados en la lucha combatiente revolucionaria chavista del siglo XXI.

Ese fantástico jardín de delicias socio-económicas, políticas y de absoluto rezago cultural y científico, en el cual vivirían esas personas supuestamente identificadas con el régimen, tenía que ser por definición diferente de la otra Venezuela en la que viviríamos los demás sin medrar y sin provecho, con las penurias propias de los descastados y apartados de la bondad gubernamental.

Camino de eso íbamos, cuando los apartados del supuesto edén socialista del siglo XXI, empezamos a darnos cuenta de que su supuesto éxito era dependiente de nuestras costillas y su cacareado bienestar lo era sólo en la medida que era comparado con nuestro malestar. Ese conocimiento del absurdo paraíso propuesto a costa de nuestro sufrimiento también ha llegado a los propios del chavismo y a quienes, de buena fe y sana intención, alguna vez pensaron que ese era el camino.

Las protestas de todo tipo y de todo origen, oficialistas y de oposición, que se han multiplicado en los últimos meses, han abierto los ojos a quienes han querido mirar, destapado los oídos a los que desean escuchar y generado el descontento para los iniciados del edén. Descontento que los venezolanos empobrecidos y devaluados ya conocíamos y tanto hemos denunciado.

Ahora ni los chavistas quieren a los chavistas. Los maduristas son unos cuantos que buscan sobresalir como sea, los enchufados más bien quieren pasar desapercibidos. El edén ya no es tan atractivo, las bondades ofrecidas no se compaginan con el desprecio por los demás y las carencias establecidas. La escasez ha generado el rechazo de las supuestas virtudes del “rojismo”. El congreso asamblea del partido único es una mascarada bufa que nadie entiende y que pretende salvarse del olvido y la desatención pública proponiendo “nuevas” figuras, apoyadas y con refuerzos, como el hijo de Maduro.

¿Qué pasa, es que ya no hay socialismo marxista leninista, como antes, es que se acabó el castro-chavismo, es que el Ché ya no es inspiración?

¿Qué  pasa con Maduro y sus satélites que creyeron que tenían luz propia y se les ve en la penumbra del fracaso?

Al igual que Adán y Eva que tuvieron que trabajar para ganar su sustento, me parece que a los iniciados les va a tocar lo mismo parece que las prebendas, facilidades y apoyos partidistas del PSUV ya no van a ser suficientes. Ojalá fuera verdad tanta belleza y les tocara padecer como ciudadanos de segunda categoría e ínfima esperanza, lo que nos está tocando vivir a los demás por razón de la ineficiencia y desconexión gubernamental con nuestras realidades.

El Edén ya fue y terminó como dice la biblia, otro jardín de delicias no es posible ni esperable. Para vivir y medrar hay que partirse el lomo, patear las calles y respetar a los demás, lo contrario es desprecio, explotación y falta de respeto.