¿Por qué Maduro culpa ahora a Colombia de sus problemas?
La amenaza golpista, el arresto de opositores o Colombia son objetivos recurrentes del chavismo cuando las cosas vienen mal dadas en Venezuela. Opositores y analistas venezolanos acusan a Nicolás Maduro de echar mano del fantasma del golpe de Estado o la detención de disidentes para ocultar sus verdaderos problemas. Colombia, país con el que Venezuela comparte su frontera más larga, más de dos mil kilómetros, también es un blanco fácil: es un país estable con un sistema de gobierno muy diferente y próximo a Estados Unidos. La última acusación del presidente bolivariano contra el vecino colombiano es que pretende «infiltrar» a paramilitares vestidos de civil para provocar violencia en territorio venezolano. Maduro ha pedido por ello mantener la «máxima alerta».
«Hablé con el general en jefe (ministro de Defensa, Vladimir) Padrino López (…) y le dije vamos a colocar las fuerzas policiales y militares de la patria en máxima alerta porque tengo la información que desde Colombia están tratando de infiltrar a un grupo de paramilitares vestidos de civil para traer violencia», declaró al respecto el presidente de Venezuela en un acto con trabajadores en el estado de Bolívar, informa Efe. En su acusación, Nicolás Maduro también incluyó a Estados Unidos: «Desde el norte (EE.UU.) se ha dado la orden de como sea destruir la patria de Bolívar». De nuevo apareció el fantasma del golpe al instar a la «clase obrera» a salir a la calle «junto a la Fuerza Armada» si algún día se entera de que «el presidente Nicolás Maduro no aparece» o «fue atacado el palacio presidencial».
Los supuestos paramilitares colombianos de los que Maduro hablaba este miércoles entrarían en territorio venezolano por los estados fronterizos de Zulia, Apure y Táchira. En este último se desarrollan numerosas protestas opositoras. El pasado martes, un adolescente murió por el disparo de un policía en la capital, San Cristóbal.
El reciente viaje a Venezuela del expresidente Andrés Pastrana -junto a los exmandatarios Sebastián Piñera y Felipe Calderón– provocó un gran malestar en el Palacio de Miraflores. A los expresidentes no se les permitió visitar en la cárcel al líder opositor Leopoldo López. Unos días después, Pastrana aseguró que en Venezuela hay 83 presos políticos «y casos aberrantes como las tumbas, unas celdas de 2×2 (metros), tres pisos bajo tierra, con aire acondicionado a temperatura bajo cero, donde meten a los estudiantes que protestan». El exmandatario también alertó sobre una inminente crisis humanitaria en Venezuela por la escasez de productos básicos en los supermercados.
Lógica amigo/enemigo
En un artículo sobre «Colombia y la política exterior venezolana», el investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano, Carlos Malamud, explicaba que Nicolás Maduro «sitúa las relaciones internacionales, incluso con los países vecinos y los “hermanos latinoamericanos”, bajo la misma dinámica que rige la política interna. De este modo, en la política exterior bolivariana ha desembarcado la crispación y la polarización, dominada por la lógica amigo/enemigo tan presente en la lucha política nacional».
