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Orígenes y principios religiosos del Islam

Como bien lo expresa un estudioso del Islam: “El hecho del Islam no es en manera alguna ajena a la civilización occidental (…) El Islam no es sólo un hecho generador y sustentador de una de las culturas más sobresalientes, sino que se impone asimismo como hecho actual, y seguramente de los más destacados y vigentes.” De acuerdo con los historiadores del Islam, el término proviene “ de Salam o Aslama, que significa `salvación’. Los cristianos han derivado de él el término Islamismo, y los judíos lo han convertido en Ismailismo, utilizándolo como reproche, pues hace alusión al origen de los árabes como descendientes de Ismael. De la palabra Islam los árabes derivaron los términos Moslem o Muslim.”

Hacia inicios del Siglo VII, La Meca – antiguo centro de peregrinación religiosa, en cuyo templo se encontraba la Ka’ ba, la piedra negra – adquirió además una preeminencia comercial en virtud de su ubicación estratégica para el control tanto de las caravanas que, en la llamada Ruta de la Seda, marchaban a lo largo de la península arábiga hacia el norte y hacia el sur, como de los suministros que, llegados por mar desde Abisinia y la India, eran transportados por tierra hacia los países mediterráneos.

En este ambiente de riqueza económica y de pujante individualismo que se tradujo en un menosprecio por los tradicionales lazos de la familia y del clan, tan propios de la cultura árabe, nace, en el año 570 en el seno de la tribu coraichita, Mahoma, quien era huérfano de padre y madre y “podía considerársele, por tanto, como uno de los miembros `débiles’, o relativamente desvalidos y faltos de protección de La Meca. En su juventud fue pobre y sin influencias. Sin embargo, halló empleo con una viuda rica llamada Khadija (…) A los veinticinco años Mahoma se casó con dicha viuda, abriéndose para él nuevas posibilidades de ocio y reflexión. Durante los quince años siguientes debió dedicar largos períodos a la meditación sobre el desdichado estado de la sociedad de La Meca, hasta acumular una experiencia que, a los cuarenta años, le llevó a sentirse llamado a la condición de profeta.

La reacción por parte de los ricos comerciantes y boyantes caravaneros a las predicaciones de Mahoma en La Meca no se hizo esperar, y el profeta, en el 622, año de la hégira, inicio de la cronología musulmana, tuvo que huir con sus seguidores a Medina, estableciendo allí la umma, la nueva comunidad del Islam. En Medina, Mahoma reconcilia en su persona una doble condición: la de Profeta y la de Jefe de Estado.

A su triunfante retorno a La Meca, Mahoma liquida la idolatría animista, asegurando los tradicionales principios de la fe y de la práctica religiosa islámica recogidos en el Corán, el libro sagrado, y en la sunna:

Principios de fe:

  1. Dios: Los ortodoxos musulmanes creen firmemente en la unidad de Dios, creador de todas las cosas, que, en su omnipotencia, lo gobierna todo.
  2. Los ángeles: Son los servidores y mensajeros de Dios, cuyo jefe es Gabriel.
  3. Los profetas: Son muchos los reconocidos por el Islam, especialmente estos siete profetas: Adán, Seth, Enoch, Abraham, Moisés, David y Jesús.
  4. Los libros sagrados: Son aquellos contentivos de las palabras de los profetas, culminan con el Corán.
  5. La doctrina y la predestinación: Establecida por Dios, quien prescribe el bien y el mal.
  6. La doctrina del último día: El día del juicio final.
  7. La doctrina de la resurrección corporal de todos los hombres en el último día.

Principios de práctica religiosa:

  1. La profesión de fe o shabada: Consiste en la invocación de Dios: “no hay más Dios que Alá Y Mahoma su profeta” en la forma resumida de que “no hay más Dios que Alá Creador, Único, Verdadero, y que Mahoma es su Profeta y Mensajero ante la Humanidad.”
  2. La oración: Formulada cinco veces al día.
  3. El ayuno: Supone abstenerse de comer, beber, fumar y realizar actos sexuales, durante los treinta días del mes del Ramadán, desde el alba hasta la puesta del sol.
  4. La limosna obligatoria que no excluye la voluntaria; la limosna es una forma primaria de repartición de la riqueza, puede darse a los propios musulmanes o a seguidores de otros credos.
  5. La peregrinación a La Meca: Ha de hacerse dos meses después del Ramadán, una vez de por vida a la Ciudad Santa y la Mezquita.
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