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La tentación del outsider

Sorteo con sofoco las ajenas repulsas a ciertas candidaturas, juicios anti-MUD y epilépticos llamados a la abstención (“#LaSalida es no votar”, uno de los nada elusivos hashtag) para leer que lo que hace falta aquí es “otra alternativa”, una “3era vía” que nos salve de la polarización. No puedo evitar un premonitorio escalofrío. Pareciera que el descreimiento, fruto del desgaste tras 16 años en espera de corolarios no tan raudos como se avizoraron (nunca lo son) muta en ilusión cebada por el mismo esquema de la anti-política que tendió alfombra roja a Chávez en 1998. Entonces, surfeando a punta de instinto sobre la ola que levantó el deterioro de las instituciones, la corrupción desatada y el rechazo al bipartidismo, el otrora paracaidista alzó la bandera de una “tercera vía humanista” que superaría los errores del socialismo -a secas- y el capitalismo “salvaje”. Nada frenó su avance, ni siquiera el hecho de que semanas antes de la elección AD y COPEI retiraron el apoyo a sus candidatos en favor de Salas Römer, sólo para evitar el triunfo del militar. El outsider cuyo desdén por el sistema político (“Me dicen: «Usted se alzó contra la democracia». ¿Cuál democracia? Me alcé contra un Gobierno tiránico, despótico, genocida”, clamaba en certero ejercicio de unificación de demandas) calzaba la medida exacta de la decepción colectiva; la alternativa con la que apenas hacía unos meses nadie contaba (¿o sí?) llegó para capitalizar el descontento y hacerse de la fe de quienes decidieron –en medio de una abstención de casi 40%- quién sería el Presidente de Venezuela. ¡Ah! Pero lo que vino, pulverizó esa esperanza tanto como a la propia institucionalidad: ni siquiera la bonanza petrolera más larga de nuestra historia logró que ese Mesías y su atractiva arenga de rescate de la decencia librase al país del atávico retroceso que hoy –en su versión más estrambótica- nos arrima a la barbarie.

A la luz de ese espejo, vale preguntarse si una evaluación menos visceral de las opciones del momento –aún a expensas de un foso que parecía rasguñar sus límites- hubiese ablandado la catástrofe por venir. Nunca lo sabremos; pero sí debería perdurar el talento para olisquear otro embeleco, la experiencia de quien tropieza con una piedra y no se encariña con ella. Se entiende que el triunfo del neo-populismo en país con amplia tradición democrática fue forzoso resultado de la descomposición de 10 años previos (descomposición luego superada con creces); y que en ese marco, el llamativo discurso de reajuste del foco del Poder hacia sectores más empobrecidos e ignorados, la intención de emprender una administración con énfasis en lo social no podía pasar desapercibido. Pero una vez más se demostró que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.

Hoy, como entonces, un amplio sector no afecto a la gestión de Gobierno se topa con escenarios que despachan su hambre ante la tóxica tentación del populismo: a merced de una crisis económica sin precedentes, y aún sin carismático caudillo, la polarización y la desinstitucionalización del escenario político acosan con lujuria. Si a eso sumamos el desgaste del liderazgo opositor (víctima de campañas de desprestigio que lo identifican con el stablishment; de los mitos de invencibilidad del chavismo, la disonancia interna, la crucial invisibilización comunicacional impuesta por el régimen) así como la frustración de los electores ante la percepción de ausencia de resultados, con el consecuente alejamiento y ruptura respecto a liderazgos establecidos (la “dicotomización del espacio social”, como explica Laclau) es justo inquietarse por lo que podría llevar a un fracaso del plan de recuperación de espacios democráticos y el eventual posicionamiento de aventuras populistas.

“Unos ponen la épica. Otros la razón”, dice Fernando Mires. Aguijoneados por el disparo de propuestas que seguramente se diluirían bajo la lupa de una mínima reflexión, la vocación por el gesto grandilocuente, (¿rasgo de un talante dionisíaco?) y la tendencia a favorecer el “decisionalismo” sobre la norma (Bosoer -Leiras), nos lleva a confundir pausa con inacción, respiro con rendición, “horror vacui” con contenido relevante y real. Resabio de un modo de ser que impuso la lógica del populismo, evitamos la tregua ante un aparente fracaso, no dejamos que madure una opción que ya cuenta con concreciones y avances antes de pasar a la siguiente proclama, esa que propone arrasar con el pasado reciente y producir cambios instantáneos: el reinicio permanente, una 3era vía que podría ser la NO-Vía.

A dirigencia toca revitalizar el nexo electorado-liderazgo, con base en verdades; al ciudadano, advertir réplicas de añejos errores fundados en la desesperación. A estas alturas y con la posibilidad cierta de un triunfo de la Unidad en Parlamentarias, licuar esfuerzos apostando a la aparición de un nuevo outsider de verbo refulgente y confusa intención, no luce muy razonable.

La verdad, ruego porque al final no llegue ninguno.

@Mibelis

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Un comentario

  1. Un artículo sensato e inteligente que llama a la reflexión y con el cual coincidimos en muchos aspectos, Al fin y al cabo, la política y en especial la ´´criolla´´ es de difícil análisis e interpretación. Y es que estamos en ese punto de inflexión donde necesariamente se debe dar una respuesta al problema en el que nos encontramos., pues no se trata de repetir los errores del pasado ni tampoco perpetuar los del presente. Pero es que resulta evidente el que salvo honrosas excepciones, pareciera que nos empeñamos en no querer ni poder dar el salto necesario para superar nuestras propias contradicciones ; puede que aun falte un largo trecho para deslastrarnos de ese pasado perdido y de este pesado fardo de dieciséis años de destrucción sistemática de todo un país, y que nunca logró de verdad – verdad, adentrarse mas allá de las puertas de la modernidad sin nunca jamás trascenderla.

    ¿ Se perdería todo, nada o algo, si asumimos los riesgos necesarios para dar un paso adelante ?. ¿ Nos falta audacia y determinación o solo debemos esperar que la dictadura implosione por si misma ?. ¿ Tenemos la voluntad política para ello y la capacidad necesaria para reconstruir el Estado y por ende la nación ?. Y es que desde el retorno a la democracia, todos sus estadistas de peso han fallecido y con los sucesores empezó el calvario de las divisiones y las incongruencias, hasta que llegamos al Caracazo y todo lo demás de sobra conocido. A veces la historia se escribe con tinta invisible, pero se escribe y solo la descubrimos cuando ya es demasiado tarde.

    Pese a lo anterior, las sociedades no se auto destruyen conscientemente pero si van construyendo su propio ciclo de decadencia y de la necesaria etapa de renovación. ¿ En qué punto nos encontramos en este momento ?. Algunos creemos que estamos al final del foso y que poco o nada se puede hacer al respecto, pero si en la linea de pretender darle continuidad al populismo y a la demagogia como medio de mantener hegemonías que solo van quedando en la ´´propaganda´´, mas no en la realidad. Sin precios petroleros elevados no hay ni forma ni manera de darle continuidad a esas formas políticas que ya lucen agotadas por sí mismas, salvo continuar creando proyectos ficticios y ´´misiones´´ (planes sociales) que ya de por si, no son la respuesta a los ingentes problemas que ya rebasaron la capacidad de respuesta del gobierno. Y en cuanto a la oposición, ¿ qué pueden ofrecer que no sea mas populismo si de verdad conocen la precariedad del país ?; ¿ Pedirían ´´sangre, sudor y lagrimas ´´ que es lo que aparentemente corresponde ?. No tienen la testosterona necesaria para ello ni la autoridad moral . Y es que salvo dos o tres líderes significativos, no se ve nada parecido por ninguna parte. Y de intentar aplicar la frase de Sir Winston Churchill, serían devorados por las masas y de seguro veríamos el retorno del ´´poder rojo´´ en cuestión de pocos meses, salvo que se tuviera la capacidad de ejercer el poder con seriedad y capacidad de mando como para poder mitigar la anarquía y el caos de ahora y del después. ¿ Estamos entonces condenados a sufrir un determinismo tan decisivo que no podamos liberarnos ni de unos ni de otros ?.

    No tiene mucho sentido hablar de una ´´Tercera Vía´´ si detrás de ella se mueven los mismos actores de siempre. Y es que cuando se habla en privado con líderes opositores, uno intuye que no han cambiado nada o muy poco. Los seduce la idea de retomar el poder para gozar de las mieles de un pasado que nunca mas volverá. No tienen consciencia de ello, viven al día saltando de una coyuntura a otra, no tienen la visión de futuro y mucho menos poseen la capacidad y la humildad necesaria para abandonar cualquier práctica depredadora. El todo es moverse con las practicas de la acechanza y la zancadilla. No se ve voluntad de real rectificación, como no sea recuperar los privilegios perdidos. No hay grandeza por ninguna parte salvo pensar que la ´´ignorancia del pueblo´´ da para todo y para mucho mas. Su reino, es el de las sombras y a veces sus coincidencias son tan parecidas a las del régimen, que parecen hechos de la misma arcilla. Así.no iremos a ninguna parte. Pese a ello, seguramente cometeré la estupidez de ir a votar como quien obra para no apartarse del todo de esa pequeña esperanza que nunca abandona a los humanos bajo las circunstancias mas adversas y cuando todo luce sin sentido en medio de la presente hecatombe.

    Una de las razones por las que uno se siente atado a Analítica.com es por esa riqueza de opiniones donde cada articulista siempre termina aportando algo nuevo. Una visión de ángulos insospechados que arrojan luz, permite revisar conceptos y creencias y tomar de ellos lo que cada quien considere le es de alguna utilidad. Es casi que una comunidad organizada informalmente donde se pueden expresar libremente y donde uno termina hasta por tomarle afecto a articulistas que uno no conocerá personalmente, salvo excepciones. Y es que cuando se deja un poco de lado los falsos academicismos y el citar como respaldo a autores de nombres impronunciables y de obras desconocidas, se pueden abordar los problemas de forma libre y pensante. Eres tu, y no otro que piensa por ti…Y si te equivocas, no importa ; si te caes, te levantas, el todo es buscar la verdad, tu verdad, que aspiramos sea compartida por otros de manera desprejuiciada y sin complejos…

    Nos han resultado gratificantes las opiniones emitidas por la autora del presente artículo y de seguro no caerán en ´´saco roto´´, pues sus planteamientos han sido originales, sensatos e inteligentes. Un buen trabajo, sin duda.

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