La procesión va por dentro
Hoy es un miércoles santo atípico en Venezuela, un país acostumbrado a celebrar la Semana Santa acompañando a la Iglesia en los rituales clásicos de estas fechas o descansando fuera de la ciudad.
Esta Semana Santa, en su totalidad, es distinta de otras. El sábado, hasta los Palmeros recibieron una buena dosis de bombas lacrimógenas cuando realizaban su procesión por las calles de Chacao. El lunes, los cuerpos de seguridad del Estado reprimieron brutalmente la concentración de opositores en Chacaíto, cuando estos aún se preparaban para oír a sus dirigentes hablar. Martes y miércoles santo, se llevan a cabo jornadas de recolección de firmas con el objetivo de destituir a los Magistrados del TSJ. Y no hablamos solo de Caracas, en el interior de Venezuela el panorama ha sido parecido y los días «santos», llenos de protestas y represión. Para este jueves la Unidad ha llamado a manifestaciones en 335 municipios del país.
El pueblo se mantiene firme en las calles exigiendo elecciones generales. En tuits se puede leer: “Puedo rezar al mismo tiempo que marcho”.
Estamos ante otra Venezuela. Una que exige sus derechos y que sabe que llegó la hora de la verdad, que no es tiempo de descanso, sino de lucha pacífica, la hora de la resistencia, hoy Miércoles Santo, todos estamos claros que la procesión va por dentro.