La izquierda trasnochada
Hay una izquierda que no ha podido -o no ha querido- superar los años de fiebre revolucionaria de los años sesenta. Para esa izquierda, Fidel Castro sigue siendo el santón revolucionario. Para esa izquierda, no existió la primavera de Praga. Para esa izquierda, la caída del muro de Berlín no fue producto del fracaso del comunismo soviético.
Esa izquierda no percibe los cambios radicales ocurridos en China y en Rusia. Esa izquierda no se interroga sobre el por qué los países anglosajones no han dejado de progresar mientras que una gran parte de la América Latina, aferrada a los dogmas de los sesenta, o no progresa, o lo hace más lento que la mayoría de los demás países en desarrollo de Asia y de África.
Hay un cierto anacronismo patético en personas, ya de cierta edad , que siguen creyendo que el fracaso de los países comunistas se debió a que no aplicaron, al pie de la letra, las enseñanzas de Marx. Pero lo más absurdo es que se tome como excusa una revolución fallida para apoyar el asalto al poder por parte de unos militares que nunca han leído ni una línea del pensamiento marxista, pero eso sí, se proclaman, sin saber muy bien qué significa, anti-imperialistas, socialistas, y revolucionarios.
Es triste ver como los presuntos revolucionarios de hoy repiten como loros las consignas que fueron lemas sin sentido a principios de los sesenta. La realidad no cuenta, sino el mero recurso manido a unas ideas vencidas que justifican lo injustificable, pero que los mantiene cómodos a la sombra del poder.
Los supuestos izquierdistas de hoy, sobretodo los venezolanos, están amarrados a un proceso plagado de ladrones y desalmados que se creen dueños de la Nación. No tienen piedad por nadie y se amparan en ilegalidades que los magistrados les adornan. Hoy, al mejor estilo de Videla o Pinochet, en Venezuela, usan las colectivos armados (escuadrones de la muerte) para asesinar y amedrentar a todos los ciudadanos.
Esperemos que la humanidad madure y ya no tome en cuenta tanta pacotilla de enfermos, que los ignoren,
está visto y comprobado que nada de eso sirve para algo que valga la pena prestarle atención.
De lo viejos guerrilleros de los años 60 la mayoría son ancianos y de los que no han fallecido sueles sufrir de achaques y enfermedades ; a muchos les cuesta aceptar que se les fue la vida por una causa perdida y hoy medran de los favores del Estado chavista ; otros, son ayudados por aquellos sobrevivientes del MIR que han sido embajadores, cónsules, asesores y que se han ´´enchufado´´ en la burocracia del Estado, tienen sus programas en RNV y dan concejos y recomendaciones sobre como defender con las armas la revolución. En realidad ni siquiera son chavistas pero les toca hablar bien del comandante Chávez aunque están conscientes de que fue un personaje anti revolucionario y militarista sin una formación ideológica sólida. Muchos prefieren veranear en el Norte y no en Cuba, pues en la isla no tienen nada que buscar ni tampoco les agrada.Salvo excepciones, les gusta vivir como burgueses, tener dinero en el bolsillo y al decir de Lenin, asimilaron bien aquello : ´´ de la burguesía sus vinos y sus mujeres´´. El gobierno les ha dado créditos a fondo perdido pues pocos saben trabajar y los mas inteligentes prefieren pasar desapercibidos y que los dejen tranquilos. Y de los que militan en el PCV ni los toman en cuenta, los tienen ´´pisados´´ y los tratan como material de relleno, pero ellos si se que justifican en términos teóricos y dialécticos solo válidos dentro de su cofradía , pero que a nadie le importa. Saben que esto es una dictadura militar corrupta e improductiva y ellos sueñan que les llegará su oportunidad para acceder al poder cuando supuestamente dirigirán una rebelión popular como rezan los textos marxistas. Ni siquiera los comunistas cubanos los toman en serio ni tampoco les dará oportunidad alguna. En este desmadre nacional continuará siendo meros ´´convidados de piedra´´. En el fondo, son utilizados y a ellos les encanta que los utilicen. Y es que aquí, ellos saben que no tienen nada que buscar ni tampoco hay nada para ellos…
A los chavistas de toda laya, hace muchos años que los describo con estas pocas palabras: «Cuestionan hoy lo que ayer practicaban, practican hoy lo que ayer cuestionaban».