La guerra que nunca será

Si hay un momento interesante e históricamente importante, es este por el que está pasando Venezuela en este momento. Y es que las declaraciones del General Jefe del Comando Sur, señor John Kelly, declaró literalmente que : ´´Maduro no necesita ayuda para ser tumbado´´ y que en buen venezolanismo se puede traducir como : ´´no nos vamos a meter en ese mollejero´´. En lo fundamental, el señor Kelly juega a la tesis de la ´´implosión social´´ y traslada a la sociedad civil la responsabilidad de asumir la conducción de los procesos de cambio y retoma de una salida pacífica y democrática ; o al menos, ´´no cruenta´´. En este sentido, es lo que han asumido como propias la mayoría de los factores de la oposición e incluso la misma Iglesia católica. Posiciones y argumentos respetables sin duda alguna, pese a que algunos no la compartimos del todo, pero que aceptamos pues es lo que han decidido la mayoría de los partidos políticos. Y es aquí, en este punto, donde el EDITORIAL de hoy plantea algo que no escapa a la verdad : ´´ la trágica realidad del país en que vivimos apocará las fantasías bélicas y crecerán las exigencias por mejores condiciones de vida´´. Se refiere a ese buscar en un enemigo imaginario y peligroso la causa de todos nuestros problemas, cuando en verdad es el resultado de una acumulación de errores garrafales que no han admitido un cambio de rumbo, que el señor Maduro se negó a aceptar y donde todos los venezolanos estamos pagando con creces.

Lo cierto es que vivimos de hecho dentro de una economía de guerra y con un racionamiento severo que se agrava dia a dia y donde el fenómeno del estraperlo funciona con toda su crudeza al poder acceder a una serie de bienes básicos, pero donde el poder adquisitivo de la población lo impide. O sea, que soluciona en parte el problema, pero solo para aquel sector de la población con un alto poder adquisitivo y que hace del desabastecimiento el dolor de cabeza de la inmensa mayoría de la población, lo que genera un creciente descontento que se le puede escapar de las manos en cualquier momento, lo que nos llevará mas pronto que tarde a situaciones incontrolables por la vía pacifica. No obstante, el dirigir parte de dichos bienes a una parte de la población identificada con el ´´proyecto´´, todavía le puede dar un cierto respiro pero que no se puede prolongar en el tiempo indefinidamente como ya lo estamos viendo.

Es evidente que la lucha es de ´´desgaste´´ y pareciera que con los tímidos aumentos del precio petrolero, hasta el último dólar es cuestión de vida o muerte para el régimen ; también, el contar con el monopolio de las armas y el uso ´´legítimo´´ de la violencia mas el control de las unidades de combate mas importantes, le proporciona una cierta seguridad aunque sea apoyándose mas en la fuerza que en la razón. Así mismo, el jugar con el asunto de las elecciones parlamentarias tiene la limitante de que pone en un disparadero a la oposición, cuando hasta el mismo Comando Sur habla de una eminente ´´crisis humanitaria´´ y donde la misma, no parece tener a la mano una alternativa creíble y viable fuera de las cuatro paredes de la Asamblea Nacional, en el supuesto de obtener una victoria indiscutible. Pudiésemos continuar reflexionando sobre todos los ítems que se quiera, pero el problema continuará siendo complejo y difícil cuando el país se encuentra dividido en dos toletes irreconciliables.

Pensamos que el presidente Maduro está ganando tiempo pero con el agravante de que ha perdido credibilidad y confianza, hasta dentro de sus propios seguidores si es que realmente los tiene. Y por el otro lado, los Estados Unidos con el señor Obama a la cabeza, está mas interesado en construir lazos económicos y comerciales con Cuba, llevarse bien con Guyana y proteger los intereses de la Exxon Mobil ; lo que equivale a decir, que sería con una futura administración y un nuevo gobierno, que se pudiese atender – si es que se atiende -, el caso venezolano. El petroleo pesado continuará donde está y ni se va a acabar ni saldrá ´´corriendo´´, pues al fin y al cabo, son en parte ellos y su tecnología los que hacen posible su explotación. Además, ¿ qué sentido tiene comprometer sus inversiones si el intercambio comercial con Venezuela los favorece ampliamente ?. Éllos no están interesados en ´´matar la gallina de los huevos de oro ´´. Y es que lo entendible, es que no se trata de defender o no, principios democráticos y libertarios ; se trata de proteger intereses económicos que le garanticen seguridad y calidad de vida a sus ciudadanos. Algo que los socialistas les ha costado entender, aunque van entrando por el ´´aro´´ quiéranlo o no. Hasta una dictadura comunista como la de Cuba lo ha entendido. El único que no asimila ni le entra por la cabeza la lección es al señor Maduro, porque el y su gente están en lo suyo y culturalmente andan deambulando todavía entre los fantasmas de la ´´Sierra Maestra´´ ; y mas por intereses crematísticos que por convicción.

Ojalá nuestro país despierte y madure de una buena vez, que tenga líderes políticos de altura y empresarios honestos y un movimiento obrero insobornable y leal con el mundo del trabajo ; unos estratos medios de profesionales y técnicos, numerosos y bien remunerados, que no se vayan del país y se queden afuera, y quieran a su tierra como la hemos querido los que nacimos y moriremos aquí. Siempre prestos para servirla, aunque