El Editorial

La criminalidad desintegra a Venezuela

El nivel inaceptable, desde todo punto de vista , de que en nuestro país ocurran 82 homicidios por cada 100.000 habitantes, es la trágica realidad de hoy en una República que, para tomar la expresión de Ortega y Gasset, «se ha convertido en una nación invertebrada».

Es difícil discernir si esta criminalidad desatada es causada por una impunidad que solo condena al 8% de los crimínales, con o por el mensaje político que los exonera por ser el producto de las circunstancias adversas en las que se criaron. De ser esta última la causa evidente, resultaría palmario el fracaso de la revolución bonita ya que la edad promedio de la mayoría de los asesinos escasamente llega a los 20 años de edad, es decir, que apenas tendrían 4 años de edad cuando la revolución llegó al poder.

En todo caso, ya de nada sirve determinar cuáles son las causas sino enfrentar el problema que amenaza destruirnos como sociedad civilizada con medidas oportunas y contundentes, que deben ser tomadas de manera conjunta y concertadas entre las autoridades nacionales y locales, sin distingo de colores políticos.

Los asesinos, al momento de cometer sus fechoría,s no indagan si la víctima es roja, azul, amarilla, naranja, verde, blanca o de ningún color. Si no hay una política de Estado para detener este flagelo y las policías siguen inermes y mal armadas para cumplir su función de resguardo de la seguridad pública, pronto, lamentablemente, las cifras de homicidios por cien mil habitantes superarán por mucho las actuales.

Hay momentos en los que se debe dejar de lado la politiquería y pensar de verdad que Venezuela requiere de sus gobernantes soluciones que garanticen el derecho a la vida para todos.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

2 comentarios

  1. Ciertamente el problema de la criminalidad en nuestro país ya está fuera de control y en un sentido de lo real, no existe una metodología para combatirlo eficientemente ; en parte, porque no hay ´´voluntad política´´ para ni tan siquiera afrontar el problema ; también, porque hay una ´´conchupancia´´ entre el Estado – organismos de seguridad – delincuencia ; igualmente, porque es un factor que contribuye a mantener un estado de sosobra colectivo que permite mantener a la sociedad bajo control a través de la intimidación inducida desde el poder ; así mismo, porque el problema está vinculado a las situaciones de desempleo, pobreza, desigualdades y demás factores que ya han adquirido naturaleza estructural y forman parte de la vida cotidiana del venezolano. Y es que la consolidación de esta subcultura del crimen ha logrado cambiar nuestro estilo de vida y nos ha permitido convivir con la muerte como un hecho tan natural como la vida misma; la impunidad es entonces la garantía de éxito de los que practican esa modalidad de crimen dentro del amplio espectro de acciones delictivas y que nos permiten afirmar que sobrevivimos en medio de una sociedad muy enferma, que aparentemente no tiene cura alguna. Al menos, mientras el presente gobierno mantenga inalterables los parámetros con los cuales interpreta dicho fenómeno.

    ¿ Qué hacer ?. De entrada, combatir a sangre y fuego a los criminales ( asesinos) ; preparar a los funcionarios policiales y dotarlos de armamento moderno que esté al mismo nivel del usado por el crimen organizado ; sacar al policía de esos antros que se llaman barrios marginales y donde el tráfico y consumo de drogas es moneda de curso legal, entre otras medidas. Por cierto, el ministro – general, encargado de la seguridad ciudadana, hablaba del desmantelamiento de bandas criminales, pero supongamos que cada banda desmantelada posea cinco miembros y que se hayan desmantelado trescientas bandas, eso serían unos 1.500 criminales neutralizados. Ese ni es el problema ni es la solución, puesto que por cada banda eliminada, estas son inmediatamente reemplazadas por dos o tres nuevas, lo que hace que el crecimiento exponencial del crimen sea indetenible ; además, nadie puede garantizar que en breve tiempo los criminales, salgan de nuevo en libertad, dada la ausencia de un sistema de justicia confiable y eficiente. En este sentido, es inadmisible e incomprensible que la ministra para asuntos carcelarios se la pase en un ´´cachondeo´´ permanente con la sociedad de los pranes, como si fuesen compañeritos de la misma escuela y hasta tenga intimidades con los mismos. Eso nunca se había visto y pone de manifiesto la podredumbre y la degradación del sistema carcelario y de justicia en nuestro país, al punto, de que todo está de cabeza, y que este Estado – gobierno, no tiene ni la mas mínima idea del problema, ni cómo abordarlo y mucho menos tomar consciencia de que no son aptos para el ejercicio del poder. Lo muy grave es que lo que sucede a nivel del crimen organizado, se extiende a todas las demás esferas de la vida pública y administrativa de la sociedad venezolana ; de ahí la explicación de la anarquía y el caos en el que vivimos y la imposibilidad de encontrar una solución. Así de sencillo.

    CONCLUSIÓN: Con este gobierno socialista ( comunista) no vamos a ninguna parte y la mejor prueba de ello es que aquí nada funciona y sino, veamos el estado de postración en el que nos encontramos. Solución: ¡ Salir de éllos !.

  2. El problema de la criminalidad, es que es una política del Estado chavista. Hay que aterrorizar a todo aquel que intente levantar la voz. Por ello, los paramilitares motorizados o uniformados. Mientras no tengan con quién enfrentarse, el armamento debe ser usado en cualquier otra cosita. Amén de su «sueldito» mes a mes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba