Hasta el “amigo secreto” desapareció
No hay rincón de Venezuela donde la queja no prolongue el rumor de la situación caótica del costo de la vida, en cualquier pasillo de una alcaldía, o gobernación más recóndita, hasta en los otrora rascacielos capitalinos, se escucha el eco: “la situación está mala compañero o camarada como se dice ahora”.
Y es que en el caso de los empleados y obreros del sector público las esperanzas estaban cifradas en un documento denominado con el archirrevolucionario título de “Convención Colectiva Marco Socialista de los Servidores y Servidoras de la Patria”, refrendado con el no menos revulsivo lema “Construir la patria productiva, construir el socialismo”. Incluso en acto presidencial fueron recibidos en mayo pasado bajo la promesa de aprobarlo en 60 días, para luego recibir la respuesta de sus camaradas del Mintra, quienes sin empacho alguno manifestaron su negativa a sentarse con las federaciones sindicales ilegitimas por mora electoral.
Ante la coartada gubernamental surge la gran pregunta y ¿la inflación, el bajo poder adquisitivo están en mora?, ante más de 2.000.000 de servidores públicos en toda la geografía nacional, cuyos ingresos rondan el salario mínimo y el umbral de la subsistencia y el trabajo precario.
Los voceros oficialistas presumen de la cesta alimentaria, cuando ésta es pagada en la administración descentralizada hasta un 25% de la unidad tributaria, por otro lado los jubilados no perciben bono alimentario alguno. Esta situación se agrava al fraccionar también el pago de los aguinaldos.
Aún así tomando en cuenta el salario integral mínimo con cesta alimentaria al 50% de la unidad tributaria, las consultoras expertas anuncian la caída del salario mínimo integral en 60% desde 2008, y de 20,7% desde 2012, cifras conservadoras ante el impacto brutal del mercado que cerrará el 2014 con 70% de IPC y 100% en alimentos. Entre tanto todos conocemos los aumentos pagados a los militares, superiores al 45%, tratamiento que debiera ser extensivo a todo el sector público.
Si a este dramático cuadro agregamos los niveles de escasez y desabastecimiento alrededor de 25% a 30%, tenemos el propio condimento para la pobreza generalizada de la población, mala alimentación, pésimas condiciones de salud agravadas con las epidemias que asolan hospitales y ambulatorios por su incapacidad de respuesta al calvario popular.
Volviendo al caso de los trabajadores públicos tuvieron la ilusión de lograr un nuevo contrato colectivo y así mejorar su condición económica, aún cuando no conocían una letra del pomposo documento, que a la postre es mas similar a un catecismo soviético que a un convenio laboral, donde las misiones y el trabajo voluntario sustituyen las cláusulas sociales y el tema de la escala salarial es plato de segunda mesa.
Lo cierto del asunto es que la falta de biyuyos hasta para la dieta diaria, ha decretado la pérdida del humor del amigo secreto, con el que se recreaba la fibra decembrina y la amistad en el trabajo, donde solo se percibe el lamento que dejo de ser borincano para ser ahora venezolan
Ciertamente, el mundo del trabajo asalariado, sean obreros o en el ejercicio de profesiones liberales, estén o no al servicio del sector privado o público, se encuentran confrontando una situación harto difícil en materia de sueldos y salarios. Y es que los ingresos están muy por debajo de la capacidad para adquirir los bienes y servicios necesarios para mantener una calidad de vida medianamente aceptable. La inflación, el desabastecimiento, la especulación, y ahora esta crisis petrolera, han llevado al foso, cualquier posibilidad de remontar la crisis en el corto o mediano plazo. Mientras tanto, el gobierno y su casta militar en el poder, usufructúan las ´´mieles del poder´´ con unos estilos de vida propios de los países mas desarrollados. Claro, con los recursos que magramente ingresan al país y que no son ya de ´´todos´´ los venezolanos. Ejercen una especie de ´´Derecho de Pernada´´, donde reparten y se dan el vuelto, solo que la parte de los asalariados también se la apropian al disponer de una mano de obra prácticamente gratuita y a la cual mantienen sometida dado que es una materia prima abundante, barata y reciclable…
El Papa Francisco, como Jefe del Estado Vaticano, ha propiciado una reunión mundial de ´´Movimientos Populares´´, donde la cuestión de los derechos laborales, el empleo y la educación seguramente serán temas de la agenda y que por lo crucial, pareciera ser, no se van a quedar solamente en el papel. Aquí, este Papa se esta adelantando a su tiempo y ´´sin querer queriendo´´, esta asumiendo un papel que esta revolucionando a la Iglesia católica de adentro hacia afuera y desde abajo hacia arriba, como debe ser. Y es que para todo el orbe, pero en especial para el Tercer Mundo y hasta el desarrollado, donde predominen las relaciones de una desigualdad extrema, ese tipo de discursos pueden ser la espita que anuncia los grandes cambios en el modelo económico y social, en esa búsqueda de un Nuevo Orden y una organización social nueva y diferente. Vale la pena jugársela al lado de un líder de esa talla y con una visión de los problemas que rompe con el clasico conservadurismo de nuestra muy querida Iglesia.
Pese a lo anterior y en nuestro caso concreto, el movimiento obrero y de los estratos medios de nuestra masa laboral ya deberían ir preparando y para ya, todo el activismo necesario para hacer de la protesta legítima el instrumento de lucha para la defensa del salario, la firma de las contrataciones colectivas, el reclamo de las cláusulas incumplidas en anteriores contrataciones, y la firma de nuevos convenios colectivos de trabajo que mejoren sustancialmente la calidad de vida y del salario, cara a poder afrontar la crisis en mejores condiciones que con las anteriores dada la gravedad del momento presente. Y es que como ex representante gremial en el sector universitario, que es el que mejor entiendo y conozco, el gobierno prepara una oferta inaceptable desde cualquier punto de vista. Ellos van a proponer un incremento salarial del 40% dividido en dos partes ; desviar los aportes a los Institutos de Previsión para la creación de hospitales propios ; ofrecer mercales y mercalitos al personal universitario; créditos del tipo ´´Casa bien Equipada´´…El todo, es reducir el salario real a su mínima expresión, como paso previo a la eliminación de las Contrataciones Colectivas y terminar dependiendo de la discrecionalidad del Estado en materia de políticas salariales para el sector universitario. El problema, es que la inflación acumulada mas la estimada para el 2015, casi rozará el 200 %, sino es que supere con creces esas proyecciones. En consecuencia, un incremento que no se estime sobre el 150%, mas el conservar la autonomía en materia de salud y otros beneficios sociales, implicarían un deterioro tan grave para todo el personal universitario, que ya el hecho de afirmar que todo el gasto previsto para el próximo año y los por venir, será destinado a la partida de personal, quedando obviados los gastos de investigación, extensión, mantenimiento, suministro de insumos, transporte, comedores estudiantiles, etcétera. Y es que de aceptar esa o similares propuestas, terminarían convirtiendo nuestras universidades autónomas en un cascarón vació que moriría de mengua y con ellas, el personal que labora en las mismas. Y como lo expresé a la presidenta de APUZ – Economía por el Facebook, esa es una propuesta que solo admite una sola respuesta : ´´ Que se la metan por donde mejor les quepa´´. Finalmente, el reiterar que la lucha que viene será muy dura, pero debemos estar preparados para ella y donde luego de iniciada, no hay vuelta atrás. Debemos estar mentalizados de que este nuevo capítulo en la defensa de nuestros derechos laborales, debe ser un ejemplo a seguir para el resto de la masa laboral de nuestro país. ¡ PATRIA, DEMOCRACIA Y LIBERTAD !.