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El abominable señor Insulza

Hace muchos años, en un viaje a Europa a finales de los sesenta del Siglo XX, cuando quien ejercía la Presidencia de la República aún vestía atuendos democráticos al uso, conocí y traté por muy corto tiempo a un joven venezolano de fina inteligencia, estudiante de ingeniería en la Universidad Lomonosov (Moscú) muy educado, y afable que hablaba con fluidez inglés, francés y ruso sin perder del todo el acento gocho, y tocaba cuatro; el menor de un hogar con haberes suficientes como para vivir en holganza, pero eso sí, feligrés hasta el fanatismo, del credo marxista-leninista-stalinista. Lo había perdido de vista y en 1983 topé con él en una reunión social. Allí, por sus palabras, me enteré de que trabajaba en Corpoelec y militaba en Copei, que la maroma no era tal, porque todo era igual. Hoy es gran capitoste en esa u otra dependencia gubernamental.

El señor Insulza inició su zigzagueante recorrido en vía contraria a la del estudiante tachirense. Sus correrías comenzaron militando en la democracia cristiana para luego, a poco andar con experticia de volatín y de impecable salto de danzarín, aterrizar en el ala “moderada” de la social-izquierdismo chileno y coadyuvar en la comisión de errores al doctor Allende, para a la salida de Pinochet cobrar laureles correspondientes a denodados luchadores por la democracia y así disfrutar, por qué no, de las mieles del poder en el ámbito universal que los gobiernos otorgan a sus funcionarios y, en particular a los de redomados procederes. Tanto que, sin que los países de América se percataran de lo que hacían, colocaron en manos de un renegado demócrata cristiano y converso al castro-comunismo la confección de la agenda de asuntos a tratar por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Por esa su condición de inescrupuloso y redomado manipulador lo vimos compelido por Hugo Chávez y los petrodólares, convocar de urgencia a reunión de cancilleres para aplicar la Carta Democrática Interamericana a Honduras, donde el Presidente Manuel Zelaya había sido depuesto por el Poder Judicial a solicitud del Poder Legislativo, en razón de que el susodicho pretendía reformar la constitución a contrapelo de su texto que, en forma expresa, lo prohíbe. Similar conducta asumió en el caso paraguayo. El Presidente, un ex-obispo follador de irresponsable paternidad pretendió, al estilo Chávez eternizarse en el poder mediante fórmulas inconstitucionales, y el Poder Legislativo lo destituyó. Bueno, como en el caso Honduras ardió Troya. El conciliábulo, con representación mayoritaria entre tarifados y temeros de la grosería de Chávez, les aplicó la Carta Democrática y los dejó fuera del alcance de los beneficios que de ella dimanan y de las larguezas financieras del “coralive” dueño de la chequera venezolana.

Bueno, en días pasados hemos visto al señor Insulza en retrato de cuerpo entero. Según el diario “El Nuevo País” de Caracas del 09-11-14, el mentado señor Insulza declaro “Se requiere, a través de la Carta Democrática Interamericana, que se considere que la situación afecte la democracia o la seguridad continental” y continuó “Se determinó que lo de Venezuela no afectaba la democracia. Hay casos que son evidentes como lo que pasó en Honduras”. Por supuesto en nuestro país los militares no han salido de sus cuarteles y apresado o asesinado al impostor que preside el gobierno, como ocurrió en Chile en 1973 y en cuya ocasión gobierno y pueblo venezolanos se solidarizaron con el aherrojado pueblo chileno.

Según sus declaraciones, para él, para ese abominable sujeto, la penalización de la protesta ciudadana, los asesinados por la fuerza pública en las protestas, el aplazamiento de los juicios seguidos a Leopoldo López, la doctora Afiuni y los demás presos políticos, por carecer de expedientes que den soporte creíble a una eventual condena; el estrangulamiento de la libertad de expresión, el cercenamiento de la libertad económica, el absoluto control de todos los poderes, el copamiento y la censura directa o inducida a los medios de comunicación, la tortura a encarcelados políticos sin fórmula de juicio, el lanzamiento de excretas para dentro de los calabozos de los presos políticos o por la causa que fuere, la humillación a que son sometidas las esposas y demás familiares de los presos cuando acuden a las visitas, según los criterios tarifados del abominable señor Insulza no “amenazan la democracia”.

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Un comentario

  1. EXCELENTE TRABAJO, LOS DEFENSORES DE LA DEMOCRACIA DEBEN PONER ATENCION A ESTE CAMALEON AMANTE DE LOS DOLARES ESPECIALMENTE DE LOS QUE PROVIENEN DE LOS GOBIERNOS CORRUPTOS Y TIRANOS COMO EL DE VENEZUELA. LOS GOBIERNOS QUE CONFORMAN LA OEA DEBEN REVOCAR EL CARGO DE ESTE CORRUPTO REPRESENTANTE DE UNA ORGANIZACION QUE DEBIERA TENER A UN REPRESENTANTE DIGNO DE ELLA Y NO A UNA ASPIRADORA DE DOLARES DE LOS GOBIERNOS QUE PISOTEAN LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS LIBERTADES DEMOCRATICAS. INSULZA ES UN CAMALEON CONFESO Y DECLARADO, GUARDA SILENCIO ANTE LOS ATROPELLOS DE LOS GOBIERNOS QUE PISOTEAN LA DEMOCRACIA, ES UN JARRON CHINO, ESTA DE ADORNO EN LA OEA, SU SILENCIO ¿CUANTO LE CUESTA A LA OEA?

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