Dos naciones, dos destinos
Donde no hay ley, no hay libertad. Locke.
Después de siglos de dominación los pueblos que surgieron de la colonización europea en América terminaron rebelándose contra el poder colonial que no les permitía el disfrute de derechos básicos, tales la libertad, la representación política y el libre ejercicio del comercio. Su meta era la independencia, fundar su propia nación, su propio país. Sin experiencias sobre la formación de estados modernos, los revolucionarios debieron recurrir a hechos históricos y a la tradición política. Los habitantes de las colonias inglesas tomaron como referencia la forma de gobierno de la Corona inglesa, la cual se había convertido en monarquía constitucional en la Edad Media luego de la proclamación de la Magna Carta en el año 1215. Ese historico evento abolió el absolutismo y creó un amplio régimen de libertades que, según el juramento de los miembros de la nobleza, era para la eternidad. Ese sistema se convirtió en la base del actual sistema parlamentario del gobierno inglés. Las trece colonias americanas reunidas en 1776 para decidir sobre su independencia fundaron lo que desde entonces conocemos como los Estados Unidos, con un gobierno republicano, pero basado en los principios de la monarquía constitucional inglesaque les garantizaba las libertades individuales, libertad de expresión, derechos de propiedad y libre ejercicio del comercio.Ese ideal de libertad llegaría más tarde a las demás colonias inglesas, notablemente, Canadá, Australia, Nueva Zelandia, India. Al igual que lo hicieron los Estados Unidos, estas colonias adoptaron el sistema parlamentario inglés, dando lugar a democracias que se han desarrollado bajo el exclusivo protagonismo de la sociedad civil en un ambiente libre de asonadas y golpes militares.
Es de notar que, aunque los Estados Unidos hayan adoptado un sistema de gobierno republicano, la Magna Carta y el parlamentarismo inglés, se convirtieron en la base de sus leyes, cuya Constitución la alude en numerosos puntos. Francisco de Miranda y Simón Bolívar tuvieron conocimiento directo de la esencia de la Magna Carta reflejada en la libertad y derechos civiles reinantes en Inglaterra y también Juan German Roscio a través de la correspondencia que mantenía con su amigo asilado en Londres, el director del semanario El Español, José María Blanco White. Así, los constitucionalistas venezolanos tuvieron en cuenta estos conocimientos para redactar la primera constitución de Venezuela.
Entre tanto, cuando Venezuela se aprestaba a declarar su independencia de la monarquía española, los Estados Unidos, a 35 años de su independencia, ya contaban con una experiencia democrática plenamente exitosa, resultante de la adopción de los fundamentos de la Magna Carta y de los principios de gobierno de la monarquía constitucional inglesa. De solidez inquebrantable, asegurada por el comportamiento estelar de los jueces y magistrados en sus respectivas jurisdicciones, el respeto al Estado de Derecho ha sido la clave en la defensa de la perennidad de las instituciones democráticas americanas. Un ejemplo reciente de ello ha sido el emblemático caso de la fallida arremetida legal interpuesta por Donald Trump a través de un ejército de abogados para anular los resultados de la elección de noviembre 2020, favorable a Joe Biden.
Venezuela, lista para iniciar su independencia, contaba, por una parte, con la experiencia de dos formas de gobierno que aseguraban democracia y prosperidad social y económica a sus ciudadanos y por la otra, el absolutismo de la monarquía española. Con territorios ricos en recursos naturales, esos dos pueblos comenzaban en paralelo, su independencia con grandes esperanzas por construir sus naciones. Dos siglos después, la historia muestra el camino recorrido por estos dos países en busca de una misma ambicion, libertad y bienestar social para sus ciudadanos. A grandes rasgos, los Estados Unidos, después de implantar su flamante economía capitalista, se han convertido en una super potencia en el ámbito científico y tecnológico, social, económico y militar, donde pueblos de diferentes horizontes colman sus fronteras con la ambicion de ser parte del sueño americano.
A diferencia de los Estados Unidos, Venezuela que se había propuesto adoptar el sistema republicano de los Estados Unidos, no logró hacer prosperar la democracia en sus inicios como república. Lo logró muy tardíamente, pero pronto fracasó. De 1958 a 1999, la nación disfrutó de cuarenta años de gobierno civil, caracterizado por una prosperidad social y económica superior a la de muchos países de la América Latina. Pero a la hora de la verdad, no entendimos que esa era la democracia que tanto habíamos anhelado y ese error histórico de apreciación dio al traste con esa primera experiencia democrática. Fue crucial la falta de experiencia democrática del pueblo, carente de la fuerza de la experiencia para defenderla, pero muy particularmente de los intelectuales de la época , quienes, a pesar de estar dotados de los conocimientos teóricos, no demostraron una preocupación suficiente para anticipar y prevenir la hecatombe. Desde la Constitución Federal de 1811, en violación del Art 135, los gobernantes se han empeñado en inventar, cada uno su constitución, unas 24 en los 200 años de independencia, razón por la cual no ha habido estabilidad y tranquilidad institucional ni respeto para garantizar un Estado de Derecho inviolable para dar cobijo a una democracia para la eternidad como la que hoy disfrutan los Estados Unidos y los demás países que han adoptado los principios del sistema parlamentario inglés y de la la Magna Carta.
Hoy en Venezuela, con una de las más grandes reservas mundiales de petróleo y de otros minerales de gran valor económico, lo que progresa es la pobreza en medio de una crisis política interminable, a tal punto que la población ha comenzado a huir, a abandonar el país a ritmo acelerado. A esta fecha, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cerca de seis millones de venezolanos han abandonado el país en busca de condiciones elementales de supervivencia.
Pero ¿a qué se debe el fracaso en la gobernanza de Venezuela, país dotado de un pueblo educado trabajador y de una extraordinaria riqueza? Desde hace algún tiempo numerosos analistas políticos han venido recopilando datos sobre el respeto al Estado de Derecho, políticas y programas de inversión del gobierno y valorando metas de ejecución y resultados en términos de éxitos y fracasos y apuntando a las posibles causas del por qué la gran masa de recursos invertidos no ha producido la prosperidad y la felicidad social prometidas. Entre ellos Alfredo García Deffendini, quien alerta sobre el flagrante irrespeto al Estado de Derecho, señalando responsables, incluyendo a los magistrados de la Corte Suprema. García Deffendini resalta que la crisis constitucional actual comenzó con la elección del presidente Chávez y a ese propósito constata que … De la metamorfosis del imperio de la ley a la anarquía comienza nuestra tragedia, en la cual desde un principio tienen una enorme responsabilidad la dirigencia política, los Colegios de Abogados y los propios constituyentes de la oposición, quienes no alertaron ni se opusieron al fraude constitucional que se estaba cometiendo, y con su anomia aprobaron la pérdida de los valores republicanos. Sin duda alguna, fue la Sala Política Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia, la mayor responsable del ocaso del imperio de la ley, al refrendar lo ocurrido con la sentencia del 19 de enero de 1999, mediante un razonamiento complaciente con el poder político de turno. Para Luis José Oropeza, la pobreza en Venezuela viene desde sus inicios como república, al compararla con la extraordinaria prosperidad creada por los Estados Unidos bajo el régimen de la libre empresa. Oropeza considera la prosperidad del país del norte como el milagro americano. Y apunta que, en Venezuela, …. El poder público monopolizó la propiedad de la riqueza. Heredamos e hicimos una república con un Estado enemigo del capitalismo. … La Sociedad venezolana, en esa larga y eterna transición, languidece desde luego inmensamente pobre, desprovista de todo recurso institucional para enfrentar aquel aterrador desamparo …..y finaliza este observador …. Venezuela ya no es ni siquiera la fábula de una riqueza. Para redimirla del destino de la pobreza tenemos que emprender la conquista de la libertad individual y dignificar la propiedad y el manejo privado de nuestros ingentes recursos.
Para Tomas Straka, al referirse a la euforia que produjo la toma de posesión de Hugo Chávez el 2 de febrero de 1999, afirma que, 20 años después .… Venezuela es un país quebrado y ninguna de las esperanzas que hicieron de aquel día una celebración parece haberse cumplido. Por el contrario, los males que ya existían y que se buscaba remediar han sido amplificados a grados inimaginables incluso para los peores pronósticos… Y finalmente, Nelson Chitty Laroche nos recalca la urgencia del momento, Lo inmediato y lo mediato que referimos como pivotes a seguir en el proceso de la recuperación del país pasan por la consideración y ponderación de esos tres elementos, lo económico que nos arruinó, la injusticia que nos desfiguró como sociedad y una construcción política que atienda un proceso de sustentación del cambio y el ennoblecimiento como principal objetivo. El objetivo es, en resumen, la redención de nuestra nación.
En conclusión, aun cuando nuestro acervo constitucional desde nuestros primeros años de independencia está lleno de proclamas y de resoluciones constitucionales acordes con las orientaciones de los héroes de la patria, destinadas a lograr el bienestar del pueblo, tal como lo proclama la Constitución de 1819, Art. 1, Son derechos del hombre la libertad, la seguridad, la propiedad, y la igualdad. La felicidad general que es el objeto de la sociedad, consiste en el perfecto goce de estos derechos, todavía el pueblo sigue esperando. Vistos estos antecedentes y los diagnósticos de respetados observadores del acontecer nacional, me parece que ha llegado el momento de que los constitucionalistas, jueces , magistrados y líderes políticos se avoquen con urgencia a poner fin a las constantes violaciones de la Constitución, hacer intolerable la impunidad y restablecer el Estado de Derecho. Es el momento de devolver al pueblo su derecho a la participación plena en la vida política y en la creación de riqueza y prosperidad social como parte del libre ejercicio de sus derechos ciudadanos.
@kuikense
Material de consulta:
La Magna Carta en la historia del constitucionalismo. Maurizio Fioravanti. Università degli di Firenze: https://idus.us.es/bitstream/handle/11441/86113/La%20carta%20magna%20en%20la%20historia%20del%20constitucionalismo.PDF?sequence=1&isAllowed=y
El Español y la independencia de Hispanoamérica, Juan Goytisolo. Santillana Ediciones Generales. Madrid 2010.
Del imperio de la ley a la anarquía. Alfredo García Deffendini. El Nacional,Noviembre 7, 2020
Del imperio de la ley a la anarquía (elnacional.com)
Venezuela: De la fábula de riqueza a la indigencia. Luis Josee Oropeza. Papel Literario. El nacional, Septiembre19, 2020
20 años de chavismo: el quiebre del Estado mágico. Tomás Straka. NUSO Nº 280 / Marzo – Abril 2019
Nelson Chitty Laroche: Sobre economía y justicia en la Venezuela actual (II), Mayo 15, 2020
http://confirmado.com.ve/opinan/sobre-economia-y-justicia-en-la-venezuela-actual-ii/
Constituciones de Venezuela: https://isaurajriver.wordpress.com/2013/11/05/constituciones-de-venezuela-desde-1811-1999/