Del próximo en la cola
La empresa aérea del Estado se reserva el derecho de admisión, por lo que respecta a María Corina Machado y a Andrés Velásquez para comenzar. Simplemente, instruidos sus empleados, bajo el riesgo de quedar en la calle, no deben venderles boleto alguno para transitar libremente el territorio nacional.
El caso tiene un abultado y obvio filón, como es el que no recae sentencia alguna sobre las personas mencionadas, fuere de naturaleza civil, mercantil o penal, que impida la contratación de los servicios de la empresa estatal. Ni la más mínima y fundada motivación, pues tampoco pretenden un crédito o fiado inimaginable para emplear una ruta.
Evidentemente, se trata de una retaliación política y de una arbitrariedad personal. He acá el filón quizá inadvertido del problema, pues, cualquier mortal puede ser la próxima víctima, así no sea un reconocido activista de la oposición.
Una empresa en manos del Estado, como CONVIASA u otra de las numerosísimas que se empeña en fundar y sostener, por más que dudemos de su rentabilidad, concede un poder extraordinario a sus administradores y demás mandamases. Quién sabe de cuántos casos similares podrán hablarse que, incluso, no tengan ningún sentido político, sino un simple pleito de vecindario entre partidarios del gobierno, llevando a la negación de un boleto para quien aspira con plata en mano viajar.
Lo peor de todo es que Machado, Velásquez y el resto de venezolanos soportan con su diario e inevitable pago de los impuestos a esta y otras empresas, por no mencionar los recursos petroleros y los que provienen de un terrible endeudamiento que jamás autorizaron. Y que, en manos de quienes ejercen sin control alguno el poder, desean monopolizar la oferta de los más variados productos y servicios, cuya inicial consecuencia está en el antojo de darlos y prestarlos a quien les dé la real gana, colindando algún día con el descarado nepotismo, rechazando a los demás unas veces, por causas políticas y otras, por razones enteramente caprichosas y de revanchismo personal.
(Imagen archivo)
