Cambio de gabinete o de gobierno
En las democracias occidentales, muchas de ellas con regímenes parlamentarios, no es excepcional que, en situaciones de crisis, ocurran cambios sustanciales de gabinete en los que los ministros cuestionados sean sustituidos por otros que en principio no lo son. Los cambios de gobierno solo ocurren cuando ya no tienen la mayoría parlamentaria necesaria para poder gobernar.
En los regímenes de corte autoritario o totalitario la situación es muy diferente. Estos gobiernos no responden ni a un Congreso, ni a un Parlamento ni siquiera a un Soviet Supremo. La decisión reposa únicamente en el hegemón o autócrata, los ministros son meramente apéndices de él. Los cambios solo ocurren cuando el líder lo dispone.
Un caso interesante fue la llamada NEP o nueva política económica que impuso Lenin por decreto el 21 de marzo de 1921 mediante la cual volvió a permitir el establecimiento de algunas empresas privadas para reactivar una economía que estaba yendo en caída libre como consecuencia de la aplicación del llamado comunismo de guerra. Sin embargo muchos bolcheviques no estaban de acuerdo con esos cambios y a la muerte de Lenin, el nuevo autócrata Stalin revirtió esa política.
En países presidencialistas como el nuestro, por lo general, un cambio de gabinete no tiene importancia ya que los ministros no mandan sino obedecen a los deseos y voluntad del líder supremo, lo único que, tal vez, funcionaría sería un cambio de gobierno en el que, por ejemplo, sin cambiar al Presidente se estableciese una nueva coalición de gobierno comprometida con una NEP venezolana en la que los ministros dejen de ser apéndices y se conviertan en verdaderos instrumentos de un cambio.
¿Será eso posible en Venezuela? No parece probable pero soñar no cuesta nada.
Coincidimos mas con aquello de »soñar no cuesta nada «, pues cambiar » burro por asno », en el fondo viene a ser lo mismo ; cambio sería sacrificar cantidad por calidad y colocar funcionarios calificados en los ministerios claves y al mismo tiempo »podar» el frondoso árbol de nuestra gigantesca burocracia estatal. El ex presidente J,V. Gómez en la Venezuela de su época supo rodearse de los que sabían mas dentro de sus áreas de trabajo , decisión que siempre le trajo mas beneficios que contratiempos. Y es que no vaya a ocurrir como con el señor Castro con la crisis de los misiles, que todo sirvió para demostrar que era un »pendejo» en el juego de los intereses de las potencias de su tiempo.
Sea como fuere el problema no es significativo si el nombrar nuevos funcionarios no se traduce al menos en un cambio esencial del modelo económico y la dirección del mismo, aun reconociendo que el presidente Maduro no tiene mucho margen de maniobra. Y es que recurso que entra, recurso que que pasa por el tamiz de la »corrupción» y el »sobrante» para las bases populares (pueblo) ; también es que tenemos un presidente muy » vapuleado » por la opinión pública tanto propia como opositora en un momento donde el liderazgo del ex Caudillo le pondría punto final a cualquier disenso ; lo otro es que los militares no van aceptar cambio alguno que afecte sus intereses y menos que el civil – presidente intente soliviantarse . En eso, la »boliburguesía » ha adquirido suficiente fuerza como para que su parecer no sea desestimado. En suma, atrapado y con solo la salida de Citgo a la mano mas el incremento de la gasolina y otras medidas de ajuste, pero parece que el »culillo » se respira en Miraflores y el pre nombrado se esta quedando como que medio petrificado del susto o como quien dice, esta como el pueblo venezolano : atrapado y sin salida. Las elecciones del 2015 le quitan el sueño y no podría hacer »trampa» si las pierde de arraso. La oposición pudiese convertirse en su gran pesadilla y el lo sabe.
Sin gente capaz y sin delegar funciones en terceros no va avanzar ni un centímetro por muy presidencialista que sea el poder en Venezuela ; también habría que ver que pito tocan los radicales en este juego. Se van o se quedan ? ; Qué ha decidido y recomendado Cuba sobre lo que se debe hacer ?. Son demasiadas dudas e interrogantes que se irán aclarando en la medida que se conozcan las decisiones sobre el particular. Sin embargo, cualesquiera que sea lo que decida, tanto el señor Maduro como el resto del país vamos todos juntos » palo abajo » y de eso no nos salvaremos, salvo que aquello de » Sangre, sudor y lagrimas » se haga realidad, aunque conociendo a nuestro pueblo tan creyente de las soluciones mágicas no parecería muy ganado para tales sacrificios y heroicidades. Amanecerá y veremos !.
Ese editoral es un gran aporte que el gobierno debería agradecer para tomar un mejor rumbo del actual.