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¿Atrapados sin salida?

Luego de la VII Cumbre de las Américas se agota el argumento de distracción preferido por el gobierno nacional durante el presente año 2015, para esconder el sol de cuarenta grados que impacta en forma inclemente a toda la población. No hay sitio alguno en el país donde no se hable de los altos precios de la dieta diaria, el desempleo, las colas para adquirir los productos, la escasez y la obligatoria compra en el mercado paralelo donde el bachaqueo impone su ley, en un contexto de inseguridad personal donde el anecdotario popular de asaltos en busetas, Metro y calle son la comidilla diaria.

La respuesta gubernamental irradia en la ceguera del poder al presentar en Panamá una imagen de opulencia, con una delegación de miles de adeptos sufragados por el gobierno, en medio de una campaña publicitaria mil millonaria irresoluta, ya que su recorrido por la barriada de Chorrillo en la capital del Istmo, fue percibido en la comunidad internacional como una opera bufa de caricatura presidencial del extinto mandatario de Sabaneta.

Una Venezuela diezmada presenció el bochornoso circo que no se compadece con la tragedia nacional que sufrimos, primero porque la recolección de las fulanas firmas escenificó la feroz persecución estatal contra millares de trabajadores de alcaldías, gobernaciones, ministerios, empresas del estado, en abastos y supermercados; obligados por el chantaje del puesto de trabajo, adquirir alimentos o cualquier servicio publico y por otro lado el gasto ostentoso de miles de toldos y de jaleos en toda la geografía nacional, orquestados para difundir un artificial clima revolucionario en defensa de una patria humillada y extenuada.

Al retorno de la gira triunfal de la batalla panameña asesta un golpe adicional al modus vivendi de la venezolanidad, como lo es el derecho a salir libremente del país conculcado con las últimas medidas de asignación de divisas, que no son un regalo estatal ya que son adquiridas con el patrimonio de cada familia y que el gobierno explica a partir de su necesidad de proteger el escaso presupuesto, por cierto dilapidado por su gestión.

En resumen la quiebra de la economía nacional, producto como lo es del conocimiento público, de las erráticas políticas gubernamentales y del reparto corrupto en bancos de todo corte allende los mares por la boliburguesia, también debe ser sufragada con los bienes producidos por el trabajo decente de generaciones de trabajadores y de empresarios que a lo largo del siglo pasado y el presente forjaron en estas tierras.

Esto no tiene otro nombre que no sea el saqueo a cada familia y el tratar como botín de guerra los ingresos petroleros, complementado con el objetivo de establecer un cerco nacional de pobreza que le permita a cada ciudadano salir de estas tierras solo con la gracia y el permiso del régimen. Esta tragedia no es desconocida, es historia de naciones secuestradas por las peores dictaduras del siglo XX, pero al fin realidades que determinan sacudir la conciencia nacional y recuperar nuestra identidad en democracia.

 

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Un comentario

  1. Ciertamente, este no es el mejor momento ni para el mundo empresarial ni para el laboral. Ambos están sufriendo

    un proceso muy grave de deterioro e involución bastante pronunciado y las alternativas para superar el estancamiento son bastante reducidas. Y es que el modelo socialista ( comunista) que se ha ido imponiendo, se ha
    apoyado en la creación de unidades empresariales y laborales de carácter paralelo bajo el auspicio y la tutela del Estado y con el agravante, de encontrarse supeditados a una dictatura cívico – militar ( mas militar que civil), que actúa, no en función del interés general, sino en función de intereses específicos. Este cercenamiento de las libertades públicas y los derechos empresariales y laborales, llegó a nosotros bajo la oferta engañosa de un ex Caudillo que traicionó y engañó al mundo obrero y al sector productivo privado, al cual se le garantizaba la posibilidad de actuar en función de su natural desarrollo, teniendo solo por límite los criterios vinculados a las nociones de Justicia Social e igualdad de oportunidades. Nada de eso se mantuvo en el tiempo y luego de consolidado en el poder, traicionó la palabra empeñada dando por sepultada la palabra empeñada,

    Hemos visto como en dieciséis años de ejecutoria gubernamental se ha destruido el aparato productivo privado y se ha ido castrando el movimiento sindical, al punto que se ignora olímpicamente la posibilidad de reclamar los derechos contenidos en la Constitución y las leyes de nuestro país, y en la practica se actúa de ´´hecho´´ pero de derecho. Toda posibilidad de dialogo y entendimiento basado en la negociación entre las partes ha desaparecido. Se actúa de forma impositiva y todo justo reclamo se le califica de servilismo al Imperio y de traición a la causa revolucionaria. Se abandona a su suerte al movimiento obrero y se sustituye por representantes elegidos a dedo que se venden por beneficios y privilegios que terminan socavando el sentido de los trabajadores como factores productivos dentro del engranaje público y privado.

    Las quiebras generalizadas de las empresas compradas, creadas, expropiadas o nacionalizadas es evidente. Son entidades productivas que no producen nada ; cuando se agotan los inventarios y al no haber reposición de inventarios, los trabajadores continúan cobrando sus salarios mínimos, pero se transforman en una carga cuyo único valor radica en ser leales al partido de gobierno, hacer proselitismo político e ir a votar por el candidato que le impongan. Hoy, sin las reservas de la era Chávez y con un presidente designado a manera de sucesor, pero sin cualidad alguna para ejercer el poder y la buena administración, el país ha implosionado y hoy se debate entre su disolución o su renacimiento ; entre la reconstrucción nacional o el disolverse como pueblo carente de ningún destino manifiesto. Entre la Guerra y la Paz.

    Está en nosotros el tomar las decisiones correctas, todo dependerá si tendremos el valor para reaccionar y el estar dispuestos a dar la pelea en todos los frentes a objeto de superar esta hora crucial. No es la hora de los diálogos, es la hora de pasar a la acción. Es preciso fusionar : mundo empresarial, estratos medios y el movimiento obrero opositor y hasta oficialista ; caso contrario, esta causa estará mas que perdida.

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