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¿Adónde va el nuevo estado socialista?

Es pública y notoria la rabiosa terquedad informativa de los voceros oficialistas en remarcarnos diariamente que vamos al estadio de la felicidad suprema desconocido por los venezolanos y la desaparición del estado burgués. Como un Leviatán increpan  al atribulado ciudadano, al imponer el camino inexorable al nuevo mundo descubierto para nosotros, descalificando lo jurídico, cultural y reescribiendo la historia, todo a partir del viejo lema “el fin justifica los medios”.

No dudamos de esas intenciones al percatarnos de lo evidente, aun cuando el mandatario nacional mimetiza el librito azul, el Plan de la Patria es hoy la verdadera constitución nacional, derrotado  en el referendo de la reforma el 2-D 2007 y aplicado hoy por el manifiesto abuso de poder.

En la orgía ideológica oficialista no hay límites, en la diversidad de la fauna que se expresa en los medios de comunicación adquiridos con recursos estatales, resaltan antiguos socialcristianos de misas de domingo y de golpes de pecho, socialdemócratas exegetas, librepensadores de todo pelaje, cuya única característica común, es su descarado oportunismo al manifestar hoy haber descubierto el marxismo en el invierno de su vida.  Y por tanto no podía faltar una izquierda ramplona formada a la sombra de un chinchorro, una botella de ron y la lectura manoseada del marxismo de los manuales de Georges Politzer de la universidad obrera de París.

El trillado discurso oficialista criollo no es nada novedoso, aparecía recurrentemente en la prensa del PCUS el Pravda (irónicamente La Verdad), las revistas Izvestia, Spútnik, donde rollizas damas rusas manifestaban su eterna felicidad por la victoriosa revolución de octubre, a pesar de que a mediados de los 60 luego de haber caído Kruschev, los signos de crisis de la economía soviética eran evidentes y la posterior causa de su derrumbe.

A tal extremo que Mijail Gorbachov sentenciara en la década de los 80 que en la URSS nunca existió el socialismo y luego Putin en pleno siglo XXI manifestara que la experiencia soviética fue la peor tragedia en la historia del siglo XX, marcando el retorno del capitalismo a la actual Rusia.

¿Qué destino puede deparar entonces a Venezuela esta cúpula que nos gobierna? Lo que está a la vista no necesita ayuda visual, ni científica, simplemente el desastre que ya sufrimos, como consecuencia de ser gobernados por militantes  formados algunos de ellos en cursos de pioneritos cubanos, otros en los cursos de la gerontocracia de la isla de “hágase revolucionario en 1 semestre”.

Por tanto a la pregunta ¿adónde va el Estado Socialista propuesto por el discurso oficialista? La respuesta hay que buscarla en los archivos del Banco Central de Venezuela (BCV), cuyas cifras son tan penosas y alarmantes que han decidido ocultar sus vergüenzas, escondiéndolas o manipulándolas para propagandizar ante el mundo que los venezolanos vivimos el máximo estadio de la felicidad, es decir vivir las consecuencias de un gobierno, cuya única escuela es el reconcomio y el resentimiento para mantenerse en el poder.

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2 comentarios

  1. La situación del país es extremadamente grave y va hacia un desenlace de consecuencias nefastas para la nación como un todo. Y es que progresivamente hemos ido agotando todas las hipótesis posibles para poder lograr la comprensión del fenómeno ; sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer y quizás uno de los caminos menos explorado es el de no haber determinado con precisión, que papel juega nuestro país en ese complejo engranaje de la economía global y si no hay poderosas fuerzas que deciden por nosotros sin tan siquiera tener consciencia de ello, incluso por parte de la casta gobernante en el poder.

    Y es que verdaderamente existen personas con nombres y apellidos que a través de sus respectivas juntas directivas dirigen corporaciones multinacionales con un poder supranacional que están por encima de los Estados, gobiernos, partidos políticos y naturalmente de los miles de millones de ciudadanos comunes y corrientes que pueblan el planeta y que involuntariamente retroalimentan ese sistema sin percatarse de ello. Hay muchos ejemplos, pero quien puede negar el poder de una empresa como Monsanto quien controla la producción de alimentos transgenizados mediante la manipulación genética de las semillas a nivel mundial ; o, el todo poderoso sistema financiero mundial del cual son propietarios y deciden quien prospera y quien no ; o, quienes permiten la expansión ´´ controlada ´´ del Ébola, cuando ya los grandes laboratorios de investigación biológica de los Estados Unidos, Japón y China están en capacidad de comercializar una vacuna efectiva contra tal epidemia. ¿ Cuestión de costos y margenes de ganancia ? ; ¿ Arma política ? ; ¿ Dosificación del terror ?. Puede que sea la sumatoria de esas tres interrogantes y algo mas.

    En nuestro caso resulta asombrosa la indiferencia y pasividad de los organismos internacionales frente a nuestro propio drama. Las naciones que pudiesen ayudarnos se abstienen de hacerlo y hasta parecen soslayarse en nuestro infortunio. Y es que no se trata en realidad de aplicar solidaridades efectivas, se trata de ver el lado del negocio y el costo de oportunidades. Venezuela con todo y su ruina administrativa tiene un potencial mineral muy importante y atractivo y con una duración estimada de varios siglos mas. ¿ Por qué entonces no dejar que se arruine y comprar a precios bajos para entonces poder tomar el control de los negocios ?. Con Citgo se esta dando un paso importante en esa dirección ; el próximo paso pudiese ser nuestra principal industria, que es lo que luce mas lógico. En este sentido, no se puede negar que quien se esta prestando a esa especie de juego perverso es el gobierno revolucionario y su boliburguesía, no esa burguesía tradicional que ya tiene anunciada su muerte y remplazo.

    ¿ Se han paseado por esa posibilidad arriba señalada nuestros sesudos analistas e intelectuales ; nuestros políticos y dirigentes sindicales ?. Sinceramente, creo que no. Estoy convencido que mientras no rompamos con los esquemas preestablecidos, será imposible dar un paso adelante en el descifrar esta problemática tan compleja, pero que nos abre un abanico infinito de posibilidades en ese busar la compresión de la realidad. El mundo vive tiempos convulsos de guerras y reacomodos. Y quizá, apenas estemos en los preámbulos de las grandes revoluciones por venir donde la discusiones no girarán sobre la viabilidad del capitalismo y el socialismo, sino en la predominancia de un pragmatismo materialista donde el éxito y el fracaso se reflejarán en las cuentas de las ganancias o pérdidas de ese nuevo Dios encarnado en las grandes corporaciones multinacionales. Y hasta puede que nos quieran convencer que nuestro sumo hacedor del universo, es un vulgar átomo, extraviado en el infinito del espacio cósmico. Ese mundo ni lo quiero y mucho menos, formar parte de el. La pregunta que me hago es si tiene algún sentido plantearse estos asuntos o por el contrario, dejarnos arrastrar por el torbellino de los acontecimientos sin ofrecer resistencia. No creo que tal salida se ajuste a mis inquietudes e intereses…

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