Absurda escasez

Es evidente que de continuar el descenso de los precios petroleros y de ser cierto que la tendencia se mantendrá por un tiempo prolongado al decir de Arabia Saudita ; Venezuela entrará en en un período de profundización de su presente crisis. Y es que se produce poco y casi que es lo único que tiene a mano, por lo que su capacidad de maniobra se va reduciendo paulatinamente de forma drástica. Las opciones que le quedan son dos : continúa con el modelo fracasado de economía estatificada, centralizada y socialista ; o, le da un giro radical, y se abre a una economía de mercados abiertos y ofrece estímulos a la inversión privada como lo han hecho los otros países de la región, incluídos los miembros de la ´´hermandad socialista´´.

Algunos estamos convencidos que no rectificará y que por el contrario, continuará profundizando la línea del marxismo al mejor estilo del modelo cubano. Y es que de hecho, pareciera que se prepara para profundizar y extender políticas basadas en un racionamiento radical y extremo, con lo que el problema del desabastecimiento y la escasez se van hacer mas evidentes y profundos. Casi que entrar en una ´´economía de guerra´´ al momento en que la capacidad importadora disminuya drásticamente y se vea precisado a implementar las medidas de ´´austeridad´´ de manera abierta y decidida. Y es que, tomar ese camino, implicaría el manejarse con una emisión masiva y permanente de dinero inorgánico, continúas devaluaciones y el entrar en un proceso hiper- inflacionario que prácticamente reduciría a cero el poder adquisitivo de la población, con lo que las posibilidades de una implosión social aumentarían en la misma proporción a la aplicación de tales medidas. Y es que lo mas grave, es que se dispone a aplicar medidas fiscales – como lo es el incremento del precio de la gasolina – al consumidor final, no para racionalizar el uso del combustible, sino para disponer de un flujo de caja destinado a mantener el gasto corriente hasta donde le den las posibilidades.

Está claro que el gobierno se prepara en el plano político a ´´aceitar´´el aparato policíaco – represivo en contra de la oposición y de la población en general, con lo que cualquier posibilidad de dialogo está condenada al fracaso de antemano, pues cambios en positivo, no los vamos a ver. Pareciera que la MUD también lo sabe, pero puede que hable mas del tema por ´´culillo´´, dados los acontecimientos recientes , que por creer realmente que el dialogo como tal es posible. Y en cuanto a la actitud pasiva de la población frente al ´´desmadre´´ de las colas y ese sufrimiento inhumano de caerse a golpes por un kilogramo de cualquier cosa para comer, sinceramente, no lo entendemos, pero de seguro debe tener alguna explicación ; pues, pensar que nuestra gente se ha resignado a vivir bajo tales circunstancias y aceptarlo como una forma de vida ´´normal´´, significaría que todo está perdido y que equivaldría a decir que´´el último que salga que apague la luz´´. Mas bien, pareciera que la interpretación correcta es que los sectores mas humildes de la población, los verdaderamente desposeídos, afrontan el problema en su exacta dimensión : sobrevivir a como de lugar, porque no esperan nada de nadie y no creen ya en ´´cuentos de camino´´, como no sea el contar con su propia iniciativa e inventiva o perecer en el intento. Bajo esta perspectiva es la única manera de comprender esa aparente indiferencia y apatía frente al problema político por la ausencia de liderazgos que realmente representen sus verdaderos intereses y aspiraciones.

No hay ni oposición ni gobierno que valgan, sino no se da una verdadera conexión e identificación con las masas, y a fuerza de ser sinceros, ese tipo de liderazgo ni existe ni pareciera que ha nacido. Lo cierto es que existe mas consciencia del problema entre los estratos medios de la población y en el contexto de las grandes concentraciones urbanas que en el ámbito rural, donde el gobierno suele ser mas fuerte y donde su ´´ayuda´´ se hace mas visible ; y, sin embargo, también ahí se siente el malestar y un creciente descontento, pero que se expresa de manera diferente al de las grandes ciudades. De todos modos, nadie ha sabido capitalizar esa insatisfacción en un sentido positivo y es que, hasta los alcaldes opositores, no hacen bien su trabajo ni parecieran sentirse motivados para ello. Solamente en períodos electorales, es cuando parecen salir de su letargo. Y es que no se le pone ´´corazón´´ a esto que ya debería ser una cruzada por reconquistar los derechos civiles de los ciudadanos y retomar el camino de los hábitos democráticos. El pueblo no es ´´pendejo´´ y se da cuenta de ello, provocando su indiferencia y alejamiento de cualquier forma de participación. Las consecuencias mas notorias : el crecimiento de la ´´ antipolítica ´´ y el concentrarse en sus propios problemas y el cómo resolverlos en el día a día. Y así, no vamos a ninguna parte.

Cada vez mas nos alejamos de una ´´economía moderna´´, competitiva y eficiente ; ahora la mentalidad que priva es la del ´´trueque´´, el irnos transformando en un pueblo – ayer orgullosos de nuestro gentilicio -, en una nación de mendicantes y malas pagas, dependientes de un Estado que ya ha llegado al punto de que nada puede dar puesto que ya casi nada tiene y donde los niveles de desigualdad son abismales entre la casta gobernante y el resto de la población. Esta situación es insostenible en el tiempo y al decir del EDITORIAL de hoy : ´´ puede causar grandes daños a la convivencia social ´´ ; y nosotros agregaríamos : ya el daño está hecho, el reto es ver como lo reparamos.

Por lo visto, la idea es que cada vez haya menos de todo, hasta que no haya nada y todos nos muramos de mengua.