Los cambios políticos raramente ocurren linealmente
Muchos analistas políticos basan sus predicciones en la evaluación del pasado. Sin embargo, al examinar la historia contemporánea, nos damos cuenta de que la mayoría de los cambios fundamentales han ocurrido de manera espontánea o por el uso de la fuerza.
El ejemplo más notorio fue la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989, evento que ningún centro de pensamiento mundial predijo. Tampoco anticiparon la casi inmediata caída del comunismo soviético en 1991. Otro suceso imprevisto fue la revolución rumana de 1989, que culminó con el fusilamiento de Ceaucescu y su esposa, quienes eran líderes absolutos de Rumania en ese momento.
En diciembre de 1973, un atentado acabó con el potencial heredero de Franco, lo que llevó a Adolfo Suárez, líder del Movimiento, a negociar la transición democrática de España con su adversario de la guerra civil, el comunista Santiago Carrillo. Tampoco fue previsto el entusiasmo colectivo que llevó al teniente coronel Hugo Chávez Frías, derrotado militarmente, a implantar un cambio político duradero en 1998.
Recientemente en nuestro país, ¿quién hubiera predicho el apabullante triunfo de María Corina Machado en las primarias del 22 de octubre de 2023 y su vertiginoso ascenso popular, que la convirtió de hecho en la primera figura política del país?
Estamos experimentando una nueva etapa en nuestra vida política y desconocemos cuándo el antiguo régimen perderá vigencia o cómo se iniciará el cambio. Sin embargo, es probable que esto suceda más pronto de lo que muchos esperan.
