DestacadoJudicial

«Ruleteo hospitalario» viola el derecho a la salud

Los últimos 13 días de la vida de Esteban Marino Machado, de 33 años de edad, fueron de agonía. El 7 de enero fue atacado, mientras dormía, por un adolescente de 14 años de edad que le arrojó un fosforito por resistirse al robo de su perro golden retriever. A las 10:30 pm sus familiares iniciaron un recorrido por seis hospitales. En ninguno lo atendieron por falta de insumos; la mañana siguiente fue recibido en el Hospital Vargas donde falleció 12 días después.

 

Su padre, Orlando Rivero, relató que el 7 de enero en la noche visitaron el CDI del barrio Gran Colombia en el sector Prado de María, luego fueron al Periférico de Coche, al Pérez Carreño, al hospital de Lídice y al Hospital Universitario de Caracas, pero en todos estos centros les dijeron que no podían recibirlo porque no tenían insumos para quemaduras.

 

“Mi hijo se quejaba y en ningún lado lo pudieron atender. Ni siquiera en el Hospital Militar que me consta que recibieron a una mujer que conozco, que también sufrió quemaduras con aceite de cocina. Esa noche tuvimos que tenerlo en la casa. La mañana siguiente logramos que nos ayudaran a estabilizarlo en la clínica popular de El Valle y allí nos sugirieron que lo lleváramos al Hospital Vargas, donde lo recibieron y falleció 12 días después porque las quemaduras que sufrió de segundo y de tercer grado le afectaron la tráquea”, dijo.

 

No es la única persona que ha muerto este 2015 luego de un ruleteo hospitalario.

 

Esteban Marino Machado es uno de los 390 cadáveres que, de acuerdo con cifras extraoficiales, fue ingresado en la morgue de Bello Monte hasta ayer en la mañana. Trabajaba como vigilante del Deportivo Gran Colombia ubicado en el sector Prado de María.

 

Es una doble víctima de la inseguridad y la crisis asistencial. Giovanni Provenza, coordinador nacional de la ONG Médicos por la Salud, señala que a diario una o dos personas heridas de bala deben ser remitidas desde el Hospital Periférico de Coche a otros centros hospitalarios por falta de insumos. “Los pacientes están muriendo en los hospitales por falta de insumos. No existen marcapasos ni en centros públicos ni privados. Eso lo hemos denunciado desde hace tiempo. El tema de la ambulancia en el Hospital de Coche ha sido muy fuerte. En muchas oportunidades no hay chofer o están dañadas las unidades porque no se les hace mantenimiento”, expresó.

 

El taxista Ramón Seco, de 52 años de edad, fue referido del Periférico de Coche con una herida de bala que le hizo uno de los pasajeros que trasladaba hasta el terminal La Bandera el 30 de diciembre a las 9:30 pm. Lo llevaron en una ambulancia del hospital, pero llegó tres horas y media después al Pérez Carreño pues sus familiares tuvieron que pararse en una bomba de gasolina a auxiliar la ambulancia que tenía un caucho espichado. En el segundo centro recibió atención, pero falleció el 7 de enero a las 11:00 am.

 

 

Violación de derechos. Feliciano Reyna, presidente de la ONG de Acción Solidaria, dijo que los casos de “ruleteo” hospitalario son muestra de una violación al derecho a la salud, como parte del derecho a la vida pues en varios casos las víctimas de esta irregularidad mueren por no haber tenido una oportuna atención.

 

“El Estado está en la obligación de garantizar el derecho a la vida y de vigilar que en los centros de salud haya insumos. Una persona, sin importar que sea delincuente o no, debería recibir los servicios de atención que requiere para el proceso de estabilización, para poder ser remitido posteriormente a otro hospital”, advirtió.

 

El coordinador nacional de la ONG Médicos por la Salud explicó que por lo general el hospital Domingo Luciani, ubicado en El Llanito, es el centro que recibe todas las referencias que provienen del estado Miranda.

 

“Los pacientes que provienen de Higuerote, Barlovento y Río Chico terminan en Guatire y Guarenas, y posteriormente van a El Llanito porque es el hospital referencia de esa entidad y es el que más insumos maneja, mientras que el hospital Pérez Carreño es el que tiene más capacidad de recibir a pacientes en el área metropolitana de Caracas”, precisó.

 

 Una búsqueda incesante

– El vendedor de verduras Virgilio Salcedo, de 44 años de edad, fue herido de bala en un asalto el miércoles 21 de enero en el sector Plan de la I, en Cancagüita. Sus familiares lo llevaron al hospital Ana Francisca Pérez de León, pero no lo atendieron por falta de insumos. Luego lo llevaron al hospital Domingo Luciani, donde falleció después de ser ingresado.

 

– Familiares del estudiante de Recursos Humanos Daniel Rodríguez Peña, de 24 años de edad, herido de bala en un intento de robo, el domingo 4 de enero en el kilómetro 12 de El Junquito, tuvieron que recorrer farmacias para buscar los insumos que les solicitaron en el hospital Pérez Carreño para poder intervenirlo. Su madre Alba Peña dijo que debieron comprar los tubos de ensayo y en la clínica Vista Alegre le hicieron los exámenes de laboratorio. Murió al día siguiente.

 

– Mariángel Andrea Eulacio Blanco, de 11 años de edad, estudiante de quinto grado, murió de asfixia el viernes 23 de enero por falta de una ambulancia que la trasladara al hospital Pérez Carreño. La denuncia la hizo su padre, Ángel Eulacio. A las 3:30 pm la niña fue ingresada a la clínica Amay, en El Paraíso, pero no la atendieron por falta de insumos.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba