Milena Gimón, acaparando la pantalla en el continente
En Buenos Aires, Argentina, en la sede de Torneos y Competencias, uno de los líderes latinoamericanos en producción de contenido deportivo, nos recibe Milena Gimón. Allí cumple con sus funciones para las cámaras de DirecTV Sports Latinoamérica, curiosamente en el cruce de la calle Balcarce con la calle Venezuela. Se ha convertido en una de las periodistas deportivas venezolanas más reconocidas, al contar con una visión muy valiosa del entorno pues ella misma fue atleta de alto rendimiento en el pasado.
Desde muy pequeña Milena había empezado a incursionar en la práctica deportiva. Desde su tiempo en el colegio Los Campitos, en Caracas, disfrutaba de la educación física, en especial el kicking-ball, un deporte considerado femenino para el común denominador venezolano. “Desde chiquita siempre jugué fútbol, escondida de mis amigas por supuesto, porque era un deporte de varoncitos y jugaba con mis primos y mi hermano”. Pero su atención no sólo la acaparaba el balompié: “béisbol lo veía full porque mi papá me llevaba. También iba al centro de bateo, ¡yo se batear bastante!”.
Años más tarde, como estudiante de Comunicación Social en la UCAB, vio un grupo de chicas entrenando y jugando fútbol, “este es el lugar, no hay pa’ donde agarrar” recuerda. Al comienzo no fue fácil, tenía varias clases que le coincidían con los entrenamientos y sólo podía acudir a uno o dos por semana. Sin embargo a la segunda semana de entrenamientos ya la habían convocado para su primer partido. Luego de demostrar su talento en el campo, toda la situación la convenció a realizar la ardua tarea de cambiar algunas clases (en una Universidad que no lo permitía) para poder entrenar al mismo ritmo que el resto de sus compañeras.
La Universidad participaba en un torneo amateur y la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) decidió organizar una liga nacional semi-profesional y su club, UCAB Spirit, fue uno de los primeros participantes.
Recuerda que en ese momento la FVF también decidió premiar a varias jugadoras por equipo con un salario y uno de los años fue “seleccionada y me empecé a sentir profesional; ya los entrenamientos tenía que tomarlos de una manera distinta y no era sólo un hobbie”. También cuenta orgullosa que esa época coincidió con su llamado a formar parte de la Vinotinto.
Para Milena al deporte femenino en Latinoamérica “le falta apoyo, hay mucho machismo. Es algo cultural, hay algunos deportes que por ser previamente tildados como de hombres, no se le ofrece apoyo a la mujer”. Demostró el ejemplo del hockey sobre césped, un deporte muy popular en Argentina que es dominado por las mujeres y cuenta con una gran organización, que siempre está en la pelea por medallas olímpicas.
En Venezuela tiene un ejemplo opuesto con la Halterofilia, disciplina que pudo apreciar en la Olimpiadas Beijing 2008, donde la delegación criolla obtuvo diploma olímpico pese a tener “poco dinero para subsistir” y la obligación de “salir a buscar ellas sus patrocinios para poder hacer las giras competitivas, los entrenamientos, pagarles a sus entrenadores, terapeutas, los viajes”.
Milena a las pantallas latinoamericanas
Empezó trabajando en una empresa muy importante en Venezuela dedicada al deporte, luego en la Copa América 2004 en Perú conoce a la gente de DirecTV y en el año 2006 la invitaron a trabajar con ellos con el proyecto de DirecTV Sports en mente: “Yo les dije que no tenía experiencia de cámara pero acepté. Ha sido un gran proceso educativo, trabajando con diferentes periodistas de diferentes partes del mundo, todos con mucho conocimiento deportivo y opiniones bastantes marcadas.”
Milena considera que el futuro hay que llevarlo día a día: “Hay que trazarse objetivos, pero estoy en un lugar que he disfrutado cada año en todo lo que hago, he podido ir a finales de Champions, a Mundiales de fútbol, a Juegos Olímpicos” por lo que no se atreve a ponerse nuevas metas pues considera que su actual empleo “es lo más grande”, auque no niega que siempre “está el querer mejorar” y “siempre hacerlo mejor”.
Cuenta que en varias ocasiones hay atletas que le han respondido molestos a través de las redes sociales por alguna opinión negativa suya sobre sus actuaciones. “Si en una jugada fallaste tengo que poder comentarla y los jugadores deben de tolerar esos comentarios siempre y cuando sea con respeto” enfatizó.
Nos interrumpe una amiga, Agustina, que trabaja en Fox Sports y juega fútbol con Milena, en la categoría más alta de un torneo amateur que cuenta con dos divisiones separadas como Diosas y Reinas (cosa que no les agrada del todo a las participantes) y más de treinta equipos. En el presente torneo se encuentran de segundas ya casi sin chance a ganar la liga.
“Me llegó un SMS de alguien que no se, decía: ‘disculpa Milena pensé que había jugado mejor el partido pasado’”. Y es que como cualquier deportista, Milena es “muy brava, muy competitiva, no me gusta perder, a veces te lo juro que no me reconozco en el campo, es una sensación muy rara cuando salgo de él”, y al parecer no tuvo la mejor actitud con sus compañeras cuando perdieron contra las líderes del torneo. Ahora en frío y un poco apenada, nos confiesa que en verdad las del otro equipo jugaron mejor. Que cuando el equipo da el cien por ciento no puedo reclamar, “mentira, ¡igual se enfada!” dice Agustina “En verdad me enfado hasta cuando ganamos (risas), pero salgo del campo y ya todo se me pasa. Para mí el deporte amateur es el más puro, juegas porque te gusta.”