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Con la AN

Williams Caballero López

El mundo contempla boquiabierto como en Venezuela no solo se arrestan a diputados legítimamente electos sino que se clausura de hecho, a través del uso de militares y de cuerpos de inteligencia del Estado, a la Asamblea Nacional.

El mundo democrático observa cómo se ultraja el último vestigio de legalidad e institucionalidad en el país, y como se termina de aniquilar los residuos de Estado de Derecho que aún sobrevivían en el país.

La toma del Palacio Federal Legislativo es una palpable muestra que Venezuela es un país rehén.

Con lo que está sucediendo, no pueden quedar dudas de la situación alarmante que padecemos en Venezuela.

La Asamblea Nacional electa por más de 15 millones de venezolanos es el órgano más legítimo de la nación, a tal punto que más de 60 países en América y en Europa la reconocen como la real representación del Estado venezolano.

El Poder Legislativo no solo fue elegido por el mayor número de venezolanos, no solo encarna los preceptos constitucionales que la Carta Magna de por sí les otorga, sino que además en toda Democracia el parlamento es el epicentro de la representación plural de la sociedad.

En el parlamento deben estar expresados, bajo los mayores conceptos de proporcionalidad por intención de voto, la policromía más amplia del pensamiento político de un país. Debido a esto las asambleas nacionales o congresos son la unión de la conformación política de una sociedad. En fin, es el centro político más democrático dentro de las democracias.

Por tal motivo, el ataque a la Asamblea Nacional venezolana es un ataque a los millones de venezolanos que eligieron a sus diputados, es un ataque contra la representación de la sociedad, y al pueblo mismo de Venezuela.

El mundo observa y los venezolanos observamos; en una era de libertades, de civilidad y democracia en el mundo, es inaceptable que se violenten de esta forma los más sagrados principios de libertad que tanto le ha costado a la humanidad conquistar.

Lo que vivimos en Venezuela es la negación más palpable de la dignidad del ser humano, no solo por los ultrajes a los Derechos Humanos que se cometen día a día, sino por la aniquilación de las instituciones nacionales que deberían velar por esos derechos de los más de 30 millones de venezolanos.

Ante todo lo expresado, solo me queda enviarles un mensaje a los ciudadanos venezolanos para que demos un paso al frente y nos coloquemos al lado de la institucionalidad, la Constitución Nacional y de la lucha por la libertad.

Debemos apoyar a la Asamblea Nacional y a todos sus integrantes. ¡La Asamblea Nacional somos todos!

@wcaballerolopez

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